Logos 421
El tiempo es una manifestación del Señor para recordarnos que debemos entregarnos a Él.
El miedo a la muerte surge de la acción del factor tiempo, que representa la influencia de Dios, la Persona Suprema, y de la ignorancia de los datos relativos a la verdad suprema y espiritual, sobre la existencia real.
En otras palabras, el tiempo es destructivo. Todo lo creado está también sujeto a la destrucción y aniquilación, que es la acción del tiempo. El tiempo es una manifestación del Señor, destinada a recordarnos que debemos entregarnos a Él. El Señor se dirige a cada alma condicionada en forma de tiempo.
El Señor nos enseña a tolerar, sin afectarnos, las desgracias que nos inflige la providencia. Todo esto es obra del tiempo ineludible, que se lleva a todos los seres vivos de todos los planetas de todas las galaxias.
El Señor dice: «Ríndete a mí, te tomaré bajo mi protección y vendrás a mí.
Deja todas las demás formas de religión y simplemente entrégate a Mí. Te liberaré de todas las consecuencias de tus faltas, no temas.
Entrégate por completo a Mí. Por Mi gracia, conocerás la paz absoluta, y llegarás a Mi morada eterna y suprema.»