Logos 398
Entreguémonos a Krishna, Dios, la Persona Suprema.
La meditación, también llamada absorción de la mente, implica la concentración de los pensamientos en la causa suprema de todo lo que existe, a saber, Krishna, Dios, la Persona Suprema, aunque en ese momento no se conozca su naturaleza exacta, personal, impersonal o localizada. El Señor Krishna es la causa original de todas las causas.
Tal concentración en el Absoluto (Dios) es una forma de servicio devocional. De hecho, interrumpir todas las búsquedas de los sentidos y concentrarse en la causa suprema es una marca de auto-abandono; tal abandono es a su vez una marca segura de servicio devocional a Krishna. Todo ser debe dedicarse al servicio de amor y devoción ofrecido al Señor Krishna, si desea conocer la causa última de su existencia.
Entregarse voluntariamente a Krishna, llevar a cabo todas Sus instrucciones, obedecerle y hacer toda Su voluntad divina de forma espontánea e inmediata, libera a uno de todas las consecuencias del pecado, por muchas que sean, y ofrece la liberación de este mundo material.
Entregarse a Dios es tener una confianza absoluta en Él, hasta el punto de ofrecerle la propia vida, la propia existencia, todo lo que se posee y todo lo que se hace.
Rendirse al Señor es sentir un gran placer en servirle con amor y devoción, y disfrutar de complacerle.
La entrega a Krishna, Dios, la Persona Suprema, es sinónimo de purificación total. Así, tan pronto como un ser se rinde a Krishna, Dios, ciertamente se libera de todas las impurezas.