Logos 351
El cuerpo es la fuente de nuestro sufrimiento.
La conciencia del ser espiritual y la conciencia de Dios es la meta de la vida humana, pero los hombres la ignoran. La sociedad actual está gobernada por los ciegos, y las propias masas también son ciegas, por lo que tenemos una situación en la que los ciegos son dirigidos por los ciegos. El ser humano debe ser capaz de conocer el principio fundamental del conocimiento, a saber, que somos distintos de nuestro cuerpo de materia. Una vez que comprenda este principio fundamental, podrá avanzar hacia un conocimiento más profundo.
La verdad es que todos somos de naturaleza espiritual, y en este momento estamos habitando un cuerpo material. Nuestro sufrimiento se debe a nuestra identificación con él. El hecho de que nos hayamos revestido de un cuerpo nos condena a sufrir. Así que, seamos blancos, negros, amarillos, rojos o mestizos, debemos considerar primero cómo vamos a extraernos de nuestros cuerpos si queremos acabar con nuestro sufrimiento. Cada uno de nosotros es un alma espiritual que ha entrado en un cuerpo. En nuestra próxima vida, podemos tomar otro cuerpo. El sufrimiento incluye el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte. Por lo tanto, para poner fin a estos cuatro tipos de sufrimiento, debemos liberarnos de nuestro cuerpo. Esto puede llevar muchas, muchas vidas, pero tal vez podamos lograrlo en una sola vida. Si, en esta vida, comprendemos que nuestro cuerpo es la causa de nuestro sufrimiento, entonces debemos preguntar cómo liberarnos de él.
En verdad, quien tiene plena conciencia de Dios alcanza la cesación de sus sufrimientos. El secreto de dejar nuestro cuerpo material para siempre es entregarse totalmente a Dios y servirle con amor y devoción. Dios nos ofrecerá entonces un cuerpo espiritual a través del cual entraremos en su reino absoluto de conocimiento, dicha y eternidad.