Logos 352
El Señor dice: «Los tiempos en los que uno deja este mundo para no volver más, aquellos también en los que uno se va y vuelve, déjame que te los describa ahora. El que conoce al Ser Supremo deja este mundo en un momento propicio, a la luz del día y bajo el signo del ser celestial del fuego, durante los quince días en que la luna crece y los seis meses en que el sol pasa al norte. Ya sea que salga de noche, en el humo,
durante el menguante de la luna, o en los seis meses en que el sol pasa al sur, que llegue a la estrella lunar, y el espiritista todavía tendrá que regresar a este mundo.»
Hay dos maneras de dejar este mundo:
En la oscuridad o en la luz. Uno es el camino del retorno, y el otro es el camino del no retorno. Nunca se extravían, los santos, que conocen estos dos caminos. Sé siempre firme en la devoción. El estudio de las sagradas escrituras, los sacrificios, las austeridades, los actos de caridad, la investigación filosófica y la acción interesada, quien elige el camino del servicio devocional no se ve privado de ninguna manera de sus frutos y al final obtiene el reino absoluto.
Doy fe y refugio a todo aquel que se rinde a Mí y jura servirme para siempre, pues tal es Mi naturaleza. La influencia de la naturaleza material es insuperable, pero quien se entrega a Mí cruza fácilmente sus límites. Yo soy el Alma Suprema, el Alma de todos los seres, el Maestro Supremo y el más querido de todos. Los hombres se apegan erróneamente a los cuerpos de materia densa y etérea, cuando en verdad deberían apegarse sólo a Mí.
El hombre de verdadero conocimiento se rinde a Mí. Mi morada soberana es un reino espiritual y absoluto del que no se vuelve a este mundo de la materia. Quien alcanza la perfección suprema, ocupado con el servicio devocional personal a Mí en esta morada eterna, alcanza la más alta perfección de la vida humana y no necesita regresar a este mundo donde reina el sufrimiento. Piensa siempre en mí y conviértete en mi devoto. Adórenme y ofrézcanme su homenaje. Así, vendrás a Mí sin falta. Os lo prometo, porque sois mis amigos más queridos.