Logos 194
El Señor dice: «Aquel que se dedica con seriedad y sinceridad a Mi servicio, alcanza enseguida el nivel de trascendencia donde puede disfrutar de la dicha espiritual infinita.»
Del Supremo Eterno todo emana, pues Él es la fuente original de todo lo que existe. Él es la fuente de la dicha, de la verdadera felicidad permanente e ininterrumpida que baña a todos los que le aman y le sirven con amor y devoción. Incluso en la tierra, ya recibirás su fragancia. Él es la fuente de toda felicidad. Si entramos en contacto con él a través del amor a Dios sirviéndole con amor y devoción, entonces podremos saborear esta alegría trascendental.
Muy pocos hombres conocen a Dios, la Persona Suprema, tal como es. La ciencia espiritual pura o ciencia de Dios que el Señor difunde por todo el mundo a través de Su auténtico servidor, el maestro espiritual, tiene como objetivo particular iluminar a la humanidad sobre la Verdad Absoluta, Dios, el Ser Soberano. La verdadera inmortalidad no puede alcanzarse sin el contacto directo con Dios, la Persona Suprema. Dado que permite establecer este contacto, el servicio devocional corresponde a la verdadera inmortalidad y ciertamente conduce a Dios.
A través de la práctica del servicio devocional ofrecido al Señor, uno puede conocer la naturaleza espiritual del ser espiritual individual que somos y la de Dios, la Persona Soberana. El Señor Supremo no puede ser percibido por ningún otro medio que no sea la devoción. Él mismo confirma que «Sólo a través del servicio devocional puedo ser conocido».