Logos 101
El Señor dice: «Que tú, por Mi misericordia sin causa, realices directamente todo lo relacionado con Mi Persona, es decir, Mi verdadera forma eterna, Mi Existencia absoluta, Mi color, Mis actos y Mis atributos.»
El secreto para penetrar en el complejo conocimiento que se vincula a la Verdad Absoluta, la Persona Divina, es recibir la misericordia sin causa del Señor. El que desea conocer al Señor debe obtener primero su favor y ser querido por Él. El Señor es infinito, nadie puede conocerlo perfectamente, pero quien se acerca a Él a través del servicio del amor absoluto puede calificar para conocerlo. Sólo aquellos que tienen una fe inquebrantable en el auténtico maestro espiritual y en el Señor pueden conseguirlo.
Krishna, Dios, la Persona Suprema se reserva el derecho de no revelarse a todos y permanece velado para los incrédulos. Pero para el que tiene fe en Él, se revela a través de su forma, atributos y entretenimientos. A Su devoto, el Señor le revela la infinita variedad de Sus formas espirituales, todas idénticas, pero cada una con sus propias características únicas. Algunas de estas formas tienen una tez oscura, otras tienen una tez blanca y otras tienen tonos rojos o amarillos. Algunos tienen cuatro brazos y otros dos. Por Su misericordia, el Señor revela a Sus devotos estos diferentes cuerpos espirituales, todos de la misma naturaleza absoluta y ninguna otra.
Logos 102
Dios, la Persona Suprema, dice: «El conocimiento que las escrituras revelan sobre Mi Persona es sumamente secreto, y exige ser realizado mediante la práctica simultánea del servicio devocional. Préstame un oído atento.»
El Señor mismo afirma que entre cientos de miles de hombres, tal vez sólo uno busque la perfección de la existencia, y que entre las innumerables almas liberadas, tal vez una lo conozca tal como es. Por lo tanto, es sólo a través del servicio devocional que uno puede conocer a Dios, la Persona Suprema.
Uno puede conocer a Dios, la Persona Suprema, sólo si se convierte en su devoto, para servirle con amor, porque esto es un misterio, y ese misterio es el amor de Dios. Aquí radica la condición esencial para conocer lo relacionado con la Persona Divina Absoluta.