Rukmini, la primera reina de Sri Krishna, era la hija del rey de Vidarbha, quien estaba muy interesado en que su gran belleza y todos sus admirables talentos fueran ofrecidos a Sri Krishna. El hermano mayor de la princesa, en cambio, quería su mano en matrimonio con el rey Sisupala, un primo de Krishna. Se entabló una batalla de la que, como de costumbre, Krishna salió victorioso, habiendo abatido con su incomparable poder no sólo a Sisupala, sino a todos los demás príncipes reunidos para la ocasión. Rukmini le dio diez hijos, incluyendo a Pradyumna.

Krishna obtuvo de manera similar las manos de otras reinas. Hijas de reyes, y todas de gran belleza, primero habían sido capturadas por Bhaumasura, quien las mantuvo cautivas para satisfacer sus deseos carnales. En su angustia, pidieron a Sri Krishna con fervientes y conmovedoras oraciones que viniera a liberarlos; en respuesta, el misericordioso Señor luchó contra Bhaumasura, lo destruyó y liberó a sus cautivos. Y aunque ahora estaban manchadas a los ojos de todos, Krishna las aceptó como Sus esposas. Krishna, el Señor Todopoderoso, recibió las humildes oraciones de estas chicas y las convirtió en sus amadas reinas. Así, Sri Krishna fue el esposo de 16.108 reinas en Dvaraka, cada una de las cuales le dio diez hijos, todos los cuales crecieron para tener diez hijos cada uno, de modo que la familia llegó a contar con unos 10 millones.

Krishna vivió felizmente en Dvaraka manifestando allí todas sus excelencias. Sus diversos entretenimientos ya han revelado la excelencia de su poder y ahora se mostrará cómo su estancia en Dvaraka manifestó la excelencia de su riqueza y belleza. En el universo material, que no es más que un reflejo distorsionado del mundo espiritual, la riqueza y la belleza se consideran los bienes supremos. Por eso, cuando Krishna, la Persona Suprema, permaneció en la tierra, la excelencia de su riqueza y belleza no podía ser comparada en los tres mundos. Krishna vivía en compañía de 16.108 esposas, todas ellas muy hermosas, y el hecho de que fuera el único marido de estas miles de bellas mujeres en Dvaraka tiene un profundo significado. No es raro en la historia del mundo que un rey poderoso haya tenido varios cientos de reinas, pero aunque un rey se haya casado con tantas mujeres, no podía disfrutar de su compañía simultáneamente. Pero Krishna, Él mismo, disfrutó de la compañía de cada una de Sus 16.108 esposas simultáneamente.

Se puede argumentar que los yoguis también poseen el poder de multiplicarse en muchas formas, pero el poder de los yoguis y el de Sri Krishna no son comparables. A veces se llama a Krishna Yogesvara, el Maestro de todos los yoguis. Las escrituras védicas afirman que Saubhari Muni, un yogui, se multiplicó en ocho formas distintas. Pero esta multiplicación era como la de una imagen reproducida por la televisión y, por tanto, capaz de aparecer en millones de pantallas. Todas estas formas no pueden actuar de forma diferente porque no son más que un reflejo del original cuyos movimientos sólo pueden reproducir exactamente. La multiplicación de Krishna en muchas formas no es material como la de la imagen de televisión o la del yogui. Cuando el gran sabio Narada visitó los diversos palacios de las reinas de Krishna, vio