Aprendamos a Conocer al Padre Eterno
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Yasodamayi vio a su hijo sano y salvo, pensó que se había salvado por la misericordia del Señor, sin saber que el mismo Señor estaba jugando en su jardín y que Él mismo había causado esta catástrofe.

Tal es la naturaleza de la relación de amor entre el Señor y Sus devotos. Yasodamayi deseaba tener al Señor como un niño, y en respuesta, el Señor se comportó exactamente como un niño pequeño en los brazos de su madre, aunque mostró su omnipotencia cuando lo consideró necesario. La maravilla de estos entretenimientos es que el Señor cumple los deseos de cada uno. De hecho, cuando derribó los gigantescos árboles arjuna, estaba en una misión para liberar a los dos hijos de Kuvera, que habían sido condenados por la maldición de Narada a tomar la forma de árboles; pero al mismo tiempo, estaba jugando a cuatro patas en el jardín de Yasoda, y ella estaba disfrutando del placer puramente espiritual de verle hacerlo. Sri Krishna sigue siendo en todo momento el Señor del universo, y puede actuar como tal sin importar su tamaño.

Un día, Krishna molestó tanto a la madre Yasoda que quiso atar al niño revoltoso para castigarlo. Pero su cuerda era demasiado corta, y aunque intentó atar más cuerdas para hacerla más larga, todavía le faltaban unos centímetros. Cuando se cansó, el Señor abrió su boca, y su amada madre pudo ver todos los universos reunidos allí. Qué asombro. Pero debido a su profundo afecto por Krishna, la madre Yasoda pensó que Narayana, el Señor Todopoderoso, estaba velando amablemente por su hijo para protegerlo de todas las calamidades que le ocurrían constantemente. Debido a su amor por Krishna, nunca podría haber concebido que su propio hijo era el propio Narayana, el Señor Supremo. Tal es el yogamaya, el poder interior del Señor Supremo, que sirve para perfeccionar todos los entretenimientos que comparte con sus diversos devotos.

¿Quién podría realizar tales maravillas si no es Dios mismo?

Por lo tanto, la mentalidad en Vrindâvana es muy adecuada para los devotos. Los habitantes de Vrindâvana no se preocupan por entender a Krishna. Prefieren amarlo incondicionalmente. En Vrindâvana, Krishna no desempeña el papel de Dios, sino el de un pequeño pastor como los demás. Aunque a veces demuestra Su Divinidad, los devotos no se dan cuenta. No nos devanemos los sesos para entender a Krishna, porque no es posible entenderlo. Simplemente intensifiquemos nuestro amor sin mezcla por Él: tal es la perfección de la existencia.

El Señor levanta la colina de Govardhana.

Cuando Indra, el ser celestial y rey de los «cielos» de los planetas edénicos, comprendió la orden dada por Krishna a los pastores de Vrindavana de interrumpir el sacrificio destinado a él, entró en una gran cólera, toda ella dirigida contra los habitantes de Vrindavana, encabezados por Nanda Maharaja, aunque sabía que estaban perfecta y personalmente protegidos por Krishna. Maestro de todas las nubes, Indra invocó al samvartaka, la nube movilizada especialmente cuando la

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