En verdad, podría haber dicho mucho más acerca de Dios, la Persona Soberana, por lo que sus glorias, sus excelencias y su opulencia son ilimitadas. Todos los libros de la tierra no serían suficientes.
Este es el mandamiento más grande y hermoso: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, y sólo a Él servirás.
Soy el servidor de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Krishna, Dios, la Persona Suprema, me ha pedido que imparta a toda la humanidad el conocimiento perfecto y eterno, que nunca desaparecerá, por medio del cual podemos saber quiénes somos realmente, quién es Dios en realidad, qué es el mundo material, por qué hemos venido a este mundo, por qué tenemos que sufrir tanto sufrimiento y desgracia, y por qué tenemos que morir. Nadie quiere morir, pero la muerte llegará inevitablemente. Tampoco nadie quiere convertirse en un anciano, pero debemos envejecer. Nadie quiere enfermar, pero la enfermedad golpea a todos los seres. Estos son los verdaderos problemas de la vida y, sin embargo, siguen sin resolverse.
Conocer a Dios, saber quién es y cómo es realmente, cuál es su forma verdadera, real, original y absoluta, eso es el verdadero progreso, y si carecemos de este conocimiento, entonces no estamos realmente evolucionados. Conocer a Dios es descubrir al mismo tiempo la verdad absoluta. Dios existe y también sus leyes, que prevalecen sobre las del hombre. A sus órdenes, el sol sale, la luna aparece, los ríos fluyen y el océano sigue el ritmo de las mareas. Así, todo actúa bajo su dirección. Ante la armonía universal, la existencia del orden en el cosmos material señala la presencia de un gobierno universal del que Dios es el Monarca Soberano.
Los que no conocen a Dios deben buscar conocerlo mejor. El Supremo Eterno se revela a todos aquellos que Le buscan sinceramente, que se rinden a Él y Le sirven con amor y devoción, ya que me ha concedido el claro honor de verle cara a cara. Ká¹›iá¹£hṇa es Dios, la Persona Suprema, por lo que debemos dedicarle nuestra adoración. Esa es la perfección de la existencia.
Krishna, Dios, la Persona Suprema me ha encomendado la tarea de darlo a conocer como realmente es y difundir su verdadera y pura enseñanza. Su pura palabra divina y su sublime enseñanza nunca desaparecerán. Por lo tanto, lo he revelado como si nunca hubiera sido. Me he mantenido fiel a la verdadera y pura palabra de Dios, a su propia enseñanza sublime y salvadora, que os transmito tal cual, sin añadir nada, sin quitar nada y sin cambiar nada tampoco. Es con un placer no disimulado que digo a