En la Bhagavad-gita, es el Propio Krishna quien explica que Él es Dios, la Persona Suprema. Cada vez que los principios religiosos del hombre entran en decadencia, cada vez que aumenta el ateísmo, Krishna aparece en la Tierra. En otras palabras, si Sri Krishna apareció hace 5.000 años, es porque era necesario aliviar el planeta, el universo, del peso de los actos reprochables que se habían acumulado en él. Sin embargo, en Su Forma de Sri Maka-Visnu, Su emanación completa, Sri Krishna se ocupa de arreglar las cuestiones de la creación material.

Cuando el Señor desciende, se Le llama avatar, y este avatar viene de Visnu. Maha-Visnu es la Causa original de la creación material y de Él emana Garbhodakasayi Visnu, y después, Ksirodakasayi Visnu. De este modo, no es a Sri Krishna en Persona a quien corresponde reducir el exceso de carga que los actos reprochables hacen que recaiga sobre la Tierra. Cuando Krishna aparece, todas las emanaciones del orden de Visnu lo acompañan. Las diferentes emanaciones de Krishna, con el nombre de Narayana, la emanación cuádruple (Vasudeva, Sankarsana, Pradyumna y Aniruddha), la emanación completa parcial del nombre de Matsya o el avatar-Pez, los otros yuga-avataras(avataras propios de cada era) y los manvantara-avataras o Manus, todos se juntan para aparecer al mismo tiempo que Krsna, Dios, la Persona Suprema. Krishna es el Todo completo, y todas Sus emanaciones completas, así como todos sus avatares, viven eternamente con Él.

Cuando Krishna apareció, Sri Visnu también estaba presente. Porque Krishna solo apareció para revelar Sus Distracciones de Vrndavana, para seducir a las almas condicionadas, para favorecerlas e invitarlas a regresar al verdadero hogar, el Reino espiritual. En lo referente a la destrucción de los seres demoníacos, tuvo lugar al mismo tiempo que los Distracciones de Vrndavana, y solo fue obra de la emanación de Krishna conocido con el nombre de Visnu.

El versículo veinte del capítulo octavo de la Bhagavad-gita enseña que existe otro mundo, el mundo espiritual, más allá de los dos estados de la materia, los estados manifiesto y no manifiesto. El mundo manifestado se puede percibir en forma de numerosos astros y sistemas planetarios, como el sol, la luna, etc., más allá de los cuales se encuentra un mundo no manifestado, donde no hay nadie, en su cuerpo material, que se acerca a él. Pero, más allá de esta materia no manifestada se encuentra el Reino espiritual. Aunque todavía más lejos de esta materia no manifestada se sitúa el Reino espiritual, descrito en la Bhagavad-gita, como supremo y eterno. Nunca ha conocido la destrucción. Mientras que la naturaleza material está sometida a la creación y a la aniquilación de forma indefinida, este Reino, el mundo espiritual, conservará su misma forma durante toda la eternidad.