Bienaventurados todos aquellos que se absorben totalmente en Krishna y se refugian en Él, porque se purificarán al conocerlo y desarrollarán así el amor puro a Dios.
Todos debemos escuchar a Krishna, Dios, la Persona Suprema, y hacer su divina voluntad.
Todos debemos escuchar a Dios, hacer su voluntad divina, reconocer su supremacía, su autoridad, su omnipotencia, y comprender que Él ha creado todo lo que existe para su placer, todo le pertenece.
Todos somos pequeños fragmentos, partes integrantes de su Persona Divina. Por eso, dada nuestra verdadera naturaleza, nuestro verdadero deber natural y original es servirle con amor y devoción y glorificarle. Todos somos sirvientes eternos y doncellas eternas de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Por eso tenemos que hacer la voluntad de Dios, que es la unidad perfecta.
Hacer la voluntad del Señor y complacerse en hacer lo que Él dice para satisfacerlo, nos permite estar en perfecta comunión con Él.
Entregarse a Krishna, servirle con amor y devoción, renovar el vínculo que nos une a Él, vincular nuestros intereses con los Suyos, unir nuestros deseos con los Suyos, obedecerle sin reservas y de forma inmediata, nos permite alcanzar la perfección espiritual en el tiempo y así entrar en el reino absoluto de Dios, y recuperar nuestra posición original, natural, espiritual y eterna, nuestro estado espiritual primordial.
La conciencia de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Ser consciente de Krishna es conocerlo como realmente es, meditar en Él, actuar por Él, difundir Sus glorias, complacerse en hablar de Él, servirlo con amor y devoción, y saberse su eterno servidor y su eterna doncella.
El ser santo que sirve a Dios con amor y devoción está en un nivel puramente espiritual. Aunque parezca que actúa con su cuerpo material, con sus sentidos materiales, siempre es consciente de su posición real, que es dedicarse a actividades puramente espirituales. Él utiliza sus sentidos sólo para satisfacer los sentidos del Señor Krishna.
Ser consciente de Krishna es conocer el vínculo con Él, la posición natural, original y eterna en relación con Él, y estar en estrecho contacto con Él, para comprender directamente todas sus instrucciones y consejos.
Al hacerlo, uno puede estar seguro de alcanzar el conocimiento y la perfección de la vida espiritual. La conciencia de Krishna es, en sí misma, un estado de paz, y esta condición sólo puede ser alcanzada una vez que el vínculo entre el Señor y nosotros es restablecido. Cualquiera que haya desarrollado la conciencia de Krishna ya está en el reino de Dios.