Krishna, Cristo, La Persona Suprema había dicho:
«Antes de la creación del cosmos, yo solo existo con exclusión de cualquier fenómeno grosero, sutil o causal. Después de la creación, yo solo vivo en todas las cosas y, llegado el momento de la aniquilación, yo solo viviré por siempre».
El Señor Krishna es el TODO. Todo es su energía, todo emana de él y nada es, por tanto, diferente a él. Él se manifiesta de formas innumerables, cuya encarnación es a veces blanca, a veces roja, amarilla o de color naranja. Por su propio gusto, se manifiesta en forma de maestros espirituales, de servidores, de diversas energías, de avatares y emanaciones completas. Todas juntas, estas seis manifestaciones constituyen un todo único.
El cuerpo universal del Señor es, en verdad, el brillo de su cuerpo primordial original, y el Alma Suprema o Espíritu Santo es una de sus emanaciones completas que representan su aspecto localizado. Él es el propio Dios, Krishna, la Persona Suprema, dotado de seis perfecciones. Él es la verdad absoluta que ninguna otra verdad puede superar y ni siquiera igualar.
La Verdad Absoluta, Dios, posee tres energías principales: los poderes interno, externo y marginal. A través de la acción de Su poder interno, el Señor Supremo en su forma original hace que se despliegue la manifestación cósmica espiritual, formada de planetas, los cuales, siendo eternos, siguen existiendo incluso después de la destrucción del cosmos material. A través de Su poder marginal, igual que el sol extiende sus rayos en todas las direcciones. Y, a través de Su poder, que es eterno, el Señor hace manifiesta la creación material. De este modo, la creación material es solo el reflejo desnaturalizado de la naturaleza eterna espiritual, la del reino del Padre Eterno.
Es al Señor Soberano, bajo la forma del Alma Suprema, su emanación completa, al que todo pertenece. Él está presente en todas partes, en el corazón de todos los seres, así como en el interior de cada átomo. Él entra en todos los planetas y, a través de su energía, los mantiene en su órbita. Él penetra en todas las cosas. En él se encuentran en su plenitud la eternidad, el saber y la felicidad. Él es el maestro de todos los poderes concebibles e inconcebibles, porque es el TODO absoluto. Es testigo de las acciones pasadas, presentes y futuras de todos los seres en los mundos materiales y espirituales. El Señor Krishna conoce la esencia de todas las cosas.
El Señor Krishna, Señor original, cuenta con un poder ilimitado. El brillo cegador que emana de su cuerpo primordial y original, constituye su forma impersonal o universal (la única forma de Dios que conocen las religiones monoteístas) no diferenciada, absoluta, completa e infinita, fuente de innombrables planetas variados que pueblan los millones de universos (galaxias) con cada una de sus propias riquezas.
El Cuerpo espiritual de Krishna está todo él formado de eternidad, conocimiento y felicidad. Va a existir siempre, desde siempre y en todas partes; dicho de otro modo, Él vive en cada partícula de tiempo y de espacio. Está bañado de saber. Krishna no tiene nada que aprender de nadie. Él posee en Sí mismo todo el conocimiento y es la