Hay, a través de los millones de universos (galaxias), innumerables planetas, y cada uno es diferente de los demás, pero todos están en el resplandor de Dios.
Un devoto puro de Krishna le ofreció esta oración:
«Oh, mi Señor, Tú eres el Sabio Original, Tú mantienes todos los universos (galaxias) y te encargas de que todo esté de acuerdo con Tu orden. Oh Destino de los seres puros y benefactor de los ancestros de la humanidad, quita, te ruego, la luz cegadora que emana de Ti, para que pueda ver Tu forma de dicha. Tú eres Dios, la Persona Suprema y Eterna».
El Señor Eterno reina sobre Goloka Vrindavana, el planeta eterno por excelencia, del que emana el resplandor resplandeciente. En la morada absoluta del Señor abundan las piedras cintamani, y a la sombra del follaje de los árboles de los deseos se levantan innumerables palacios construidos con esta maravillosa piedra. Allí, el Señor mantiene sus rebaños de vacas surabhi, siempre rodeado de diosas de la fortuna que, por miles, le sirven con amor y veneración. Además de la morada espiritual del Señor, el resplandor que emana del planeta del Señor es como la luz que emana del sol. A menos que haya percibido el brillo de este resplandor, nadie puede ver Goloka Vrindavana, la maravillosa morada del Señor Supremo, y mucho menos a Krishna.
Los filósofos impersonalistas, cegados por el resplandor, nunca podrán ver la forma espiritual del Señor, ni Goloka, Su reino eterno. Por lo tanto, el devoto puro de Krishna ruega aquí al Señor que elimine los rayos deslumbrantes de Su resplandor, para que pueda ver Su forma, toda la dicha. En verdad, Krishna, Dios, la Persona Suprema mora en el corazón de ese maravilloso resplandor que emana de Su Persona y se extiende hasta el infinito. Lo vela y lo enmascara a los ojos de los impersonalistas.
Siendo Dios la Verdad Absoluta, el que mantiene todos los universos, (las galaxias) el Sabio Original y Benefactor de todos los seres, no es Impersonal como creen los impersonalistas, ya que tiene una forma humana totalmente espiritual. Aunque el Señor sostiene a todos los seres, es con especial cuidado que atiende a las necesidades de Sus devotos, pues habiendo ido más allá del resplandor impersonal, ellos pueden ver Su forma eterna y así realizar en su plenitud la Verdad Absoluta.
Sabe que todos los aspectos de la Verdad Absoluta están presentes en la Persona Suprema, porque Él es todopoderoso, perfectamente espiritual y absoluto. La Verdad Absoluta, Dios, la Persona Suprema, sólo se manifiesta parcialmente en el resplandor, por lo que la realización del Ser Supremo Impersonal se considera incompleta. Todos los seres viven en Él y Él vive en todos ellos.
El Señor provee todas las necesidades de Sus devotos y los guía gradualmente hacia la perfección de la devoción. En la cima de esta perfección, Él se entrega a Sus devotos en un intercambio de amor. Por Su infinita gracia, estos últimos pueden vincularse íntimamente con Él y regresar al planeta espiritual supremo, Goloka