El apego a Krishna también puede tomar dos formas, siendo la primera de respeto y veneración.

Esta forma de apego, caracterizada por una cierta ausencia de libertad, se manifiesta en Mathura y en los planetas espirituales. En estos lugares de residencia del Señor, los intercambios de amor espiritual están restringidos, mientras que en Gokula Vrindavana, el planeta principal donde mora Krishna en persona, tienen rienda suelta. Aunque las jóvenes y los pastores de Vrindavana saben que Krishna es Dios, la Persona Suprema, difícilmente le muestran respeto o veneración debido a la inconmensurable intimidad que marca su relación con Él.

En el marco de las cinco principales relaciones espirituales, el respeto y la veneración a veces velan la verdadera grandeza del Señor, y a veces incluso obstaculizan el servicio que se le ofrece. Pero donde reinan la amistad, el afecto de los padres y el amor conyugal, el respeto y la reverencia se minimizan.

En verdad, a menos que uno sirva a Krishna, Dios, la Persona Suprema con amor y devoción, nadie puede encontrar verdadera satisfacción. El ser individual distinto de Dios que cada uno de nosotros realmente es, es el eterno sirviente del Eterno Maestro, Krishna, Dios, la Persona Suprema y Soberana. Esta es la relación natural y eterna que los une.

Después de la liberación que es el último de los cuatro principios que son: la búsqueda de la riqueza, el placer de los sentidos y la salvación basada en actos de piedad, el ser adopta la práctica del servicio devocional puro, y por lo tanto está en el nivel de realización espiritual donde finalmente encuentra plena satisfacción.

Pero esta satisfacción es en sí misma sólo el comienzo de la bienaventuranza espiritual. Por tanto, es necesario primero hacer algún progreso en este mundo relativo, el de la materia, alcanzando la ecuanimidad o igualdad del alma, para luego establecerse en el sublime servicio del amor del Señor.

Esta es la enseñanza de la Persona Divina. La primera necesidad para el ser humano es darse cuenta de la relación eterna que lo une a Krishna, Dios, la Persona Suprema, para, sin más, abandonarse en Él y servirlo con amor y devoción. Nuestra única ocupación debe ser amar a Krishna, Dios, la Persona Suprema, sin cesar.

El servicio devocional o servicio de amor y devoción ofrecido a Dios, es en realidad la manifestación del amor que se siente por Dios, y la expresión del gozo que se siente y se toma en hacer la voluntad divina, para que Él sea feliz..