La educación espiritual nos permite cultivar y desarrollar nuestra conciencia de Dios.
La verdadera educación es espiritual.
La educación espiritual es la base de la ciencia de Dios y de las enseñanzas del Señor Krishna. Nos permite saber que el alma espiritual es diferente y distinta del cuerpo material. Proporciona todas las respuestas a las preguntas relacionadas con Dios, con el alma espiritual que cada uno de nosotros es en realidad, con el conocimiento espiritual eterno y con la verdad existencial y absoluta. Difunde la luz trascendental y el conocimiento divino puro, del que Krishna, Dios, la Persona Suprema, es la fuente y el Maestro Supremo. Eleva a los seres que lo reciben fuera de la ignorancia y la ceguera. Es la llave que abre la puerta al reino de Dios.
El Señor Krishna dice: «En el momento de la muerte, el alma toma un nuevo cuerpo, con la misma naturalidad con que pasó al anterior, desde la infancia a la juventud y luego a la vejez. Este cambio no perturba al ser sobrio».
Desgraciadamente, esta educación espiritual está completamente ausente de la civilización actual. Nadie conoce su verdadero interés, que es el del alma espiritual que cada uno de nosotros es realmente, y no el del cuerpo material, que es en realidad un vestido que nos hemos puesto.
Trabajar intensamente en las garras de una concepción corporal de la existencia, sin educación espiritual, es vivir como un animal. La gente gasta tanta energía simplemente para las comodidades del cuerpo, sin ser educada en cuanto al interés del alma espiritual. Viven en una civilización peligrosa, porque el alma espiritual debe reencarnarse de un cuerpo a otro.
Sin educación espiritual, las personas se mantienen en la ignorancia de los datos relativos a Dios como realmente es, a su verdadera identidad espiritual, al verdadero conocimiento espiritual eterno y a la verdad existencial y absoluta, y no saben qué será de ellas después de la muerte de su cuerpo. Trabajan a ciegas, y líderes ciegos los dirigen.
El hombre privado de razón no sabe que permanece completamente bajo la esclavitud de la naturaleza material, y que ésta le impondrá después de la muerte un determinado tipo de cuerpo que tendrá que aceptar, le guste o no.
No sabe que, aunque sea una persona muy importante en su cuerpo material actual, corre el riesgo de renacer en el cuerpo de un animal o incluso de un árbol, porque ha actuado en la ignorancia de Dios, en las garras de la ignorancia, uno de los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material.
La educación espiritual cultiva y desarrolla la conciencia de Dios, y da a la humanidad la verdadera luz trascendental de la existencia espiritual. Permite enseñar que cada uno de nosotros es realmente un alma espiritual eterna y no el cuerpo material con el que se identifica erróneamente, y aprender a abandonarse en Krishna, Dios, la Persona Suprema, para renovar el vínculo de amor que nos une a él, para unir nuestros deseos y nuestros intereses a los suyos, amarlo, obedecerlo, hacer su voluntad divina con gran alegría y servirlo con amor y devoción.