Rendirse voluntariamente a Kṛiṣhṇa, ejecutar todas sus instrucciones, obedecerle y hacer toda su voluntad de forma espontánea, inmediata, libera de todas las consecuencias del pecado por muchas que sean, y ofrece la liberación de este mundo material.
Abandonarse a Dios es tener una confianza absoluta en él, hasta el punto de ofrecerle todos los frutos de nuestras acciones, nuestra vida, nuestra existencia, todo lo que poseemos y todo lo que hacemos.
Rendirse a Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema, es amar servirlo con amor y devoción, disfrutarlo y amar satisfacerlo.
Abandonarse totalmente a Dios es tomar refugio en Él, para gozar de su total protección, y preservarnos de todas las caídas.
Rendirse totalmente a Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema es sinónimo de purificación total.
Por lo tanto, tan pronto como un ser se entrega a Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema, definitivamente se libera de toda mancha.
El Señor dice: «Deja todas las formas de religión allí y simplemente entrégate a Mí. De todas las consecuencias de tus faltas, te libraré de ellas. No tener miedo.
Entrégate a Mí y Yo te tomaré bajo Mi protección».
Este es el secreto del éxito, la perfección de la existencia.
El servicio devocional ofrecido a Krishna, Dios, la Persona Suprema es, en verdad, la manifestación del amor que uno siente por el Señor. El amor a Dios es el secreto de los secretos.
Es por eso que los devotos de Krishna, mostrando su afecto por el Señor Supremo, dirán más fácilmente «el servicio de amor y devoción ofrecido a Krishna, Dios, la Persona Suprema».
Solo pueden servir a Krishna con amor y devoción, aquellos que han rechazado todas las impurezas materiales y alcanzado la pureza, practicando los principios regulativos: No tener relaciones sexuales ilícitas, fuera del matrimonio, no comer carne, pescado y huevos, no consumir drogas y productos estimulantes como alcohol, cigarrillos, café y té, y no juegue ni apueste.
Este es el camino para desarrollar el amor a Dios, en su estado puro, sin el menor matiz de acción interesada o especulación filosófica, ofreciendo al Señor todos los frutos de nuestras acciones, renovando el vínculo de amor con Kṛiṣhṇa, y disfrutando amarlo, a Él obedecer, a hacer su voluntad divina, y uniendo nuestros deseos e intereses a los suyos.