El verdadero conocimiento consiste en percibir la individualidad espiritual de todos los seres, junto con la de Krishna, Dios, la Persona Suprema. Aquel cuya inteligencia y mente, cuyo refugio y fe reposan en el Eterno Soberano, ve el conocimiento puro librarlo de todas sus dudas. Avanza entonces con paso firme en el camino que conduce a la liberación de este mundo.
El ser plenamente consciente de Kṛiṣhṇa, o en otras palabras, aquel cuyos pensamientos, inteligencia y fe permanecen fijos en Kṛiṣhṇa, por lo tanto tomando refugio en Él, se libera de la duda, y posee un conocimiento perfecto de todo lo relacionado con Dios. Él sabe que es Uno con el Señor y distinto de Él. Armado con este conocimiento espiritual, progresa de manera segura en el camino de la liberación, que consiste en ser desatado del encarcelamiento en la materia, recuperando de hecho la verdadera libertad.
Todos los que conocen la Verdad Absoluta saben que el Ser Supremo, Kṛiṣhṇa, se realiza en tres aspectos: el Ser Espiritual Impersonal, el único aspecto de Dios conocido por los creyentes en la tierra, el Alma Suprema también llamado Espíritu Santo, y Kṛiṣhṇa, en su forma personal, primordial, infinito y absoluto. Esta es la verdadera trinidad.
Kṛiṣhṇa es Dios, la Persona Suprema, el aspecto último de la Verdad Absoluta, la culminación de la realización espiritual, que se trata de lograr, abandonándose a Él y sirviéndole con amor y devoción. Esta es la perfección del conocimiento.
El Señor dice: «Solo a través del servicio devocional, y solo así, se puede conocerme tal como soy. Y el ser que, por tal devoción llega a ser plenamente consciente de Mi Persona, entonces puede entrar en Mi reino absoluto, y del mismo modo en verdad, verme. Así, y solo así, se podrá desentrañar el misterio de Mi Persona.
Los que siempre Me sirven y Me adoran con amor y devoción, Les doy la inteligencia con la que podrán venir a Mí».
Comenzando con la humildad, terminando con la realización de la Verdad Absoluta, Dios, la Persona Suprema, Krishna, este camino es como una escalera. Mucha gente alcanza las primeras etapas, pero si uno se olvida de ir a la última, que representa el conocimiento de Krishna, entonces permanecerá en una etapa más baja de conocimiento.
Entendamos que querer competir en grandeza con Dios, mientras se busca progresar en el camino espiritual es una estupidez, y sólo puede llevar a la frustración. Está bien establecido que sin humildad, el conocimiento se vuelve peligroso. Creerse Dios, por ejemplo, es el colmo del orgullo. La entidad espiritual encarnada está constantemente acosada por todas partes por las estrictas leyes de la naturaleza material, y si continúa pensando «Yo soy Dios», es por pura ignorancia de los datos relacionados con la verdad.
Por el contrario, debemos ser humildes y reconocernos como subordinados al Señor Supremo, Krishna, porque es por la rebelión contra Él que nos hemos convertido en esclavos de la naturaleza material. Conozcamos estas verdades, y estemos convencidos de ellas.