El Señor Krishna, Dios, la Persona Suprema se revela a todos los que se entregan a Él, y lo sirven con amor y devoción.

Es a través del servicio de amor y devoción que ofrecemos a Dios, que Le agradamos, y satisfecho con nosotros, Él se revelará a nosotros. Entonces podremos verlo cara a cara. Gracias a esta actitud de servicio, Dios se revelará a nosotros. Desde este momento experimentaremos una alegría infinita. Sabremos todo de Kṛiṣhṇa, todo se nos revelará.

Tengamos una actitud respetuosa hacia el Señor, y no cometamos el error de decirle por ejemplo: «Ven por favor, porque quiero verte».

No, Dios no está a nuestro servicio, a nuestras órdenes, más bien somos nosotros quienes lo estamos a su servicio. Debemos merecer, por el servicio que le ofrecemos, la alegría de verlo y servirle. Si le servimos verdaderamente, sinceramente, humildemente, con amor y devoción, nos daremos cuenta de su presencia en nosotros, tendremos conciencia de ello. Si como yo tararean sin cesar el canto de los Santos Nombres de Dios, «Haré Krishna», oirán al Señor cantar con ustedes, entonces experimentarán una alegría infinita.

Entonces dirás: «Gracias Señor Krishna, por la alegría que me ofreces de escucharte». Pensaréis «Dios está allí, lo oigo y lo veo».

Si sigues la enseñanza del verdadero auténtico servidor de Dios, recibirás de él el verdadero conocimiento espiritual, la verdadera ciencia de Dios, gracias a la cual conocerás a Krishna como realmente es, Todo te será revelado.

El objetivo final de la existencia es conocer a Krishna y encontrarlo en su reino infinito y absoluto, donde está nuestro hogar original.

El Señor dice a este efecto: «Después de haberme alcanzado, las almas grandes, los espiritualistas consagrados de la devoción, nunca más regresen a este mundo temporal, lleno de sufrimiento, porque han alcanzado la perfección más alta».

En verdad el Señor Krishna difundió este sublime conocimiento desde la fundación del mundo, desde la creación del cosmos material, y lo esparció por todos los planetas de todas las galaxias, para que todos los seres que allí habitan sean perfectamente guiados, aconsejados, informados, instruidos y saber actuar para no hundirnos en las tinieblas de la ignorancia, y no encaminarnos hacia el deambular y la perdición.

El verdadero conocimiento espiritual y absoluto, luz de luces, nunca desaparecerá, a diferencia del conocimiento material, que es imperfecto, temporal y desaparecerá con la muerte.