El secreto de los secretos es el amor que sentimos por Dios y que le expresamos.

Es este secreto el que determina el vínculo que une a las almas espirituales con Krishna, Dios, la Persona Suprema, y ​​que prueba por qué sin este sentimiento puro de amor por el Señor Supremo, no es posible acercarse a Él, y menos permanecer con él. A él.

El amor puro a Dios reside eternamente en el corazón de todos los seres espirituales, en el corazón de cada uno de nosotros, y no necesita ser extraído de ninguna otra fuente externa. Cuando nuestro corazón se purifica escuchando y cantando las glorias de Krishna, entonces naturalmente despertamos.

Lo que hacemos bien, según la palabra y enseñanza de Dios en un día, hagámoslo también todos los demás días del año.

Si elegimos caminar por el camino de Krishna, el del amor, la bondad, la justicia, la equidad y la paz, caminémoslo constantemente, sin falta y con confianza, sabiendo que Dios, Krishna, también camina a nuestro lado.

Aquel que busca a Dios, que decide en conciencia rechazar el mal en todas sus formas, y que elige caminar para siempre en el sendero del Señor Soberano, ya no está perdido para Krishna, porque el Señor lo liberará y lo llevará hacia Él.

El servicio de devoción ofrecido a Dios.

El secreto del éxito y de la perfección de la existencia es la entrega a Dios.

Por eso debemos rendirnos al Señor.

La meditación, también llamada absorción de la mente, implica la concentración de pensamientos en la causa suprema de todo lo que es, a saber, Krishna, Dios, la Persona Suprema, incluso si en ese momento no conocemos su naturaleza exacta, personal, impersonal o localizada.. Tal concentración en el Absoluto, o Dios, es una forma de servicio devocional. De hecho, interrumpir toda búsqueda sensorial para concentrarse en la causa suprema es una señal de auto entrega, tal entrega es a su vez una señal segura de servicio devocional dedicado a Krishna. Todo ser debe dedicarse al servicio de amor y devoción ofrecido al Señor Krishna si desea conocer la causa última de su existencia.

Rendirse a Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema, es seguirlo con total confianza, renovando el vínculo de amor que nos une a Él, es atar nuestros deseos e intereses a los suyos, y actuar solo por Él, y solo como Él desea.