Los deberes prescritos corresponden a las obligaciones a las que debemos hacer frente mientras sufrimos la influencia de los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material: la virtud, la pasión y la ignorancia.

Las acciones independientes corresponden a las que se realizan sin tener en cuenta las instrucciones que nos dan los Vedas, las sagradas escrituras originales y los maestros espirituales cualificados.

Y la inacción consiste en negarse a cumplir con su deber.

El Señor nos aconseja no tomar el camino de la inacción, sino actuar según el deber, sin apegarse a los resultados, porque quien se aferra a los frutos de la acción también asume la responsabilidad de sus acciones, y por tanto debe gozar o sufrir sus consecuencias.

Los deberes prescritos pueden ser de tres tipos, deberes de rutina, deberes de emergencia y ocupaciones deseadas.

Los deberes rutinarios se realizarán de acuerdo con las normas de las escrituras originales y sin apego a los frutos que de ellas se derivan. Por ser estos deberes impuestos, cumplirlos es una cuestión de virtud.

La acción hecha en vista de sus frutos engendra por el contrario servidumbre, y por tanto debe ser considerada como muy dañina.

Todo el mundo tiene derecho a cumplir con su deber, pero nadie debe actuar nunca en vista de los resultados. Cumplir con las propias obligaciones con espíritu de desprendimiento es dar un paso seguro hacia la liberación espiritual.

Cada uno debe prestarse al trabajo correspondiente a su propia naturaleza.

Por ejemplo, uno puede sentirse atraído por el deber de un sabio erudito, que depende de la virtud, pero si uno no está por naturaleza gobernado por la virtud, sobre todo no debe imitar al sabio erudito en sus actividades, porque corremos el riesgo de engañar a muchas personas.

Debemos actuar solo para satisfacer a Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema. Todo acto que apunta a la satisfacción personal encadena a la materia. Por eso cada uno de nosotros debe comprometerse en los actos correspondientes al atributo y modo de influencia de la naturaleza material; la virtud, la pasión o la ignorancia, específica que marca su existencia y decide actuar solo para servir a la causa suprema, la causa del Señor Krishna.