ciertamente no se libera de las sucesivas transmigraciones [de las reencarnaciones repetidas]. Aunque sea muy sabio y erudito, se diría que un hombre está enfermo de locura si no comprende que los esfuerzos realizados para satisfacer sus sentidos no son más que una pérdida de tiempo.
Olvidando su propio interés, busca la felicidad en este mundo y centra todos sus apegos en la vida en el hogar, que está centrada en las relaciones sexuales y que lo somete a todo tipo de sufrimientos materiales. Así que no es mejor que un animal estúpido.
Mientras el ser vivo no pregunte por los valores espirituales de la existencia, debe conocer la derrota y los males de la ignorancia. Ya sea que sea virtud o pecado, el karma da sus frutos, y si una persona está involucrada en alguna forma de karma, se califica su mente de «teñida del deseo de disfrutar de los frutos de la acción». Mientras la mente permanezca impura, la conciencia permanece oscurecida, y mientras sigamos el camino de la acción interesada, debemos revestirnos de un cuerpo material.
El Señor agrega: Cuando uno es capaz de cumplir con su deber sin motivos ulteriores por amor a Mí, el Uno Supremo, las emociones, todo esfuerzo, temor y similares, son inútiles.
Me entrego naturalmente a esta persona que transmite sin reservas a los devotos esta instrucción tradicional, Mía, este conocimiento de la Verdad Absoluta. Quien recita en voz alta este conocimiento supremo, tan santificador y claro, encuentra en mi presencia, lámpara del conocimiento y de la voluntad, purificación día tras día. La persona que escucha atentamente y con fe regularmente el conocimiento espiritual y que Me ofrece su servicio devocional trascendental es un ser santo, que no se enredará en las reacciones kármicas.
Para el curioso que entiende completamente la ciencia espiritual, no hay nada más que saber. Una vez que uno ha bebido el néctar de esta sabrosa bebida, no quedará nada por aprender. Cualquier cosa que las personas exitosas con las cuatro metas de la vida puedan encontrar en el conocimiento, el trabajo fructífero, el yoga místico, las actividades ordinarias o el liderazgo político, también pueden encontrar lo mejor en Mí. Cuando un mortal se entrega a Mí y Me ofrece toda su labor fecunda en su deseo de servirme con amor y devoción, entonces alcanza la libertad de nacer y morir y califica para alcanzar la inmortalidad, la participación de Mi naturaleza y la opulencia que acompaña. A mí.
Purifícate y libérate del deseo. Ejercite su inteligencia, su conocimiento espiritual y su sabiduría, su paciencia con todas las dualidades, mantenga santos sus principios, refrene sus sentidos y viva en paz y absorción [concentración o meditación]. Creed y meditad lo que habéis aprendido de Mí sin discriminación. Cuando tienes tus palabras y tu mente absortas en Mí, estás así dedicado a realizarme. Con esta disciplina que trasciende los tres mundos, podréis llegar a Mí.