Los nobles cabezas de familia ruegan a Dios que les confíe uno de sus enviados, para que se ejerza una influencia favorable en la sociedad. Esta es la primera razón válida para procrear.
Otra razón para los padres altamente iluminados es criar a un niño en la conciencia de Krishna, para que no tenga que regresar a este mundo miserable, este mundo de sufrimiento. De hecho, los padres deben asegurarse de que el niño que engendran no tenga que volver al vientre de una nueva madre. A menos que puedan conducir a su hijo a la liberación o la salvación, nadie debe casarse ni procrear. Si los seres humanos engendran hijos comparables a los animales, acentuando así el desorden dentro de la sociedad, el mundo se convierte en un infierno, como lo es la humanidad actual.
En la época actual, también llamada Edad de Hierro, Edad Negra o Edad Oscura, época de discordia, hipocresía, peleas, indiferencia, decadencia y pecado, ni los padres ni sus hijos son educados. Ambos viven como animales, sabiendo sólo comer, dormir, aparearse, defenderse y satisfacer sus sentidos. Semejante desorden no puede traer la paz a la humanidad. En otras palabras, debemos entregarnos al sexo con un solo propósito, engendrar buenos hijos conscientes de Krishna, y con ningún otro fin. La vida humana debe dedicarse especialmente al servicio del Señor en total devoción. Esta es la filosofía del Señor Chaitanya, el Avatar Dorado.
Habiendo cumplido con la responsabilidad de engendrar un hijo digno, debemos aceptar el mandato de la renuncia: ya sea el desapego de las cosas de este mundo, el desinterés por los placeres materiales, el rechazo de los objetos que despiertan el placer de los sentidos y el rechazo natural del materialismo, haciéndonos ermitaños, para elevarnos al nivel del ser perfecto, la más alta perfección de la existencia.
Hay cuatro órdenes de renunciantes, y el ser perfecto es el más elevado. El ser perfecto está libre de toda envidia. En otros niveles, como el de la vida familiar, la competencia y la envidia están presentes, pero debido a que en el nivel del ser perfecto las actividades del hombre están enteramente dedicadas a la conciencia de Krishna, es decir, en el servicio devocional ofrecido al Señor, no hay lugar para envidiar.
El hombre está realmente destinado a realizarse perfectamente en la conciencia de Krishna. No está prohibido vivir con una esposa y tener hijos, pero hay que conducir su existencia de manera que no se oponga a los principios de la religión, es decir, que respete y aplique los preceptos de Dios, los mandamientos divinos, los principios reguladores (no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, no comer carne, pescado y huevo, no tomar drogas y productos excitantes como café, té, cigarrillos, alcohol, y no jugar juegos de azar y dinero)prosperidad, satisfacción ordenada de los sentidos y, en último término, liberación, poniendo así fin a la existencia material.
Los principios espirituales están concebidos de tal manera que las almas condicionadas por la naturaleza material venidas a este mundo, puedan