Todo se realiza bajo la dirección de Dios, la Persona Suprema. La naturaleza material proporciona el cuerpo a través de padres específicos, humanos o animales, pero lo hace bajo la dirección del Alma Suprema. El ser condicionado por la materia vaga por el universo material en un cuerpo diseñado por la naturaleza material. El Señor Supremo, sin embargo, está siempre presente a su lado como el Alma Suprema. Él ordena a la naturaleza material dar un cuerpo particular al alma individual de acuerdo con las consecuencias de sus acciones, y la naturaleza material cumple con Su voluntad. En verdad, no es la semilla del hombre la que crea la vida en el vientre de la mujer, pues en realidad el alma se refugia en una partícula de la semilla masculina, sólo para ser introducida en el vientre de la mujer. Es entonces cuando el cuerpo se desarrolla. Es imposible crear un ser vivo en ausencia del alma, simplemente por la unión carnal. La teoría materialista de que el alma no existe y que el niño nace de la mera combinación material de un espermatozoide y un óvulo no es plausible y no puede aceptarse.
Krishna, Dios, la Persona Suprema dice:
Bajo la guía del Señor Supremo y según el fruto de sus obras, el ser vivo, el alma, se introduce en el vientre de una mujer a través de una gota de semilla masculina para asumir una forma particular de cuerpo.
En la primera noche, el esperma y el óvulo se fusionan, y en la quinta noche, este germen se convierte en una burbuja. En la décima noche, ésta se desarrolla y toma la forma de una ciruela, tras lo cual se transforma gradualmente en una masa de carne o en un huevo, según el caso. En un mes aparece la cabeza, y al cabo de dos meses toman forma las manos, los pies y otras partes del cuerpo. Al final del tercer mes, aparecen los dedos de las manos, los pies, las uñas, el pelo, los huesos y la piel, así como los genitales y otros orificios corporales, es decir, los ojos, las fosas nasales, las orejas, la boca y el ano. Cuatro meses después de la concepción se crean los siete componentes esenciales del cuerpo: quilo, sangre, carne, grasa, hueso, médula y líquido seminal. Al final del quinto mes, se siente hambre y sed, y al final del sexto mes, el feto, atrapado en la cavidad amniótica, empieza a moverse por el lado derecho del abdomen.
El feto crece y permanece confinado en este abominable receptáculo de excrementos y orina, donde proliferan todo tipo de gusanos.
Constantemente mordido en todo el cuerpo por los hambrientos gusanos también en el vientre de la madre, el delicado niño sufre terriblemente y se hunde en la inconsciencia en cualquier momento, sometido a esta terrible condición.