Nunca hay que asociarse con los materialistas, los que se dedican a satisfacer sus genitales y su vientre. Siguiéndolos, se cae en la más profunda oscuridad, igual que un ciego sigue a otro ciego. Una persona inteligente debe rechazar toda asociación maligna y, en su lugar, reanudar la unión con los santos devotos (los santos servidores de Dios), cuyas palabras cortan el apego excesivo de la mente. Mis fieles devotos fijan su mente en Mí y no dependen de nada material. Siempre son pacíficos, ecuánimes y libres de posesión, falso ego, dualidad y codicia. En unión con estos santos devotos, se habla constantemente de Mí, y quienes participan en este canto y en la escucha de Mis glorias se purifican ciertamente de todos sus pecados.
Quien escuche, cante y tome a pecho estos asuntos concernientes a Mí, se vuelve fielmente dedicado a Mí y así realiza Mi servicio devocional. ¿Qué le queda por lograr al devoto perfecto, que Me sirve a Mí, la Suprema Verdad Absoluta, con amor y devoción, cuyas cualidades son innumerables y que encarna toda la experiencia extática?
Al igual que el frío, el miedo y la oscuridad son erradicados para quien se ha acercado al fuego del sacrificio, la penumbra, el miedo y la ignorancia son destruidos para quien se dedica al servicio de los devotos del Señor. Los devotos del Señor, pacíficamente fijados en el conocimiento absoluto, son el refugio de la vida última para aquellos que repetidamente suben y bajan en el espantoso océano de la vida material. Estos devotos son como un barco robusto que viene a rescatar a los que están a punto de ahogarse.
Así como el alimento es la vida de todas las criaturas, así como Yo soy el último refugio para las personas en apuros, y así como la religión es la riqueza de los que fallecen en este mundo, así Mis devotos son el único refugio para las personas que temen caer en una condición de vida miserable. Mis fieles devotos conceden los ojos divinos mientras que el sol sólo permite la visión externa, y eso sólo cuando se eleva en el cielo. Mis devotos son nuestras verdaderas deidades adoradoras y nuestra verdadera familia. Ellos son el yo, y en última instancia no son diferentes de mí.
Las malas acciones del materialista, y las consecuencias que se derivan.
La verdad es que los materialistas insensatos siguen siendo incapaces de comprender que no hacen más que perder el tiempo en la búsqueda de bienes materiales, ya que todos ellos están destinados a la aniquilación bajo la influencia del tiempo. Este despilfarro de energía surge de la ignorancia de la masa de seres humanos, que no son conscientes de que son eternos y tienen una ocupación eterna. No saben que la duración de su existencia en un cuerpo material determinado es sólo un destello en su viaje eterno. Ignorando este hecho, consideran este breve destello de existencia como la única realidad, y pierden su tiempo en mejorar su situación económica.