El Señor Krishna dice: Yo aparezco a través de Mi poder interno.
Después de crear el mundo espiritual y el cosmos material a través de Su poder personal, yoga-maya, Dios los mantiene personalmente multiplicándose en diferentes categorías de emanaciones plenarias como los Visnu-murtis [emanaciones plenarias de Krishna que gobiernan cada uno de los planetas espirituales], y los seres celestiales. Él sostiene la creación material desde el principio hasta el final, mientras que en el mundo espiritual asegura personalmente su continuidad.
Krishna es el Señor Supremo de múltiples tríadas y goza independientemente de la supremacía perfecta a través de las diversas excelencias que posee.
La gentileza y la misericordia del Señor Krishna no tienen parangón. Es el Señor de las tríadas, ya que gobierna como Maestro Supremo sobre los tres mundos que componen nuestra galaxia, [la región superior compuesta por planetas celestiales, la región inferior llamada «Infierno» compuesta por planetas infernales, y la región media compuesta por planetas similares a la Tierra], sobre los tres aspectos de la naturaleza material y sobre los tres Seres Supremos (Karanodakasayi, Garbhodakasayi y Ksirodakasayi Visnu), así como sobre las muchas otras tríadas de cada galaxia. Hay innumerables galaxias, y en cada una de ellas hay diversas manifestaciones de Brahma, Visnu y Siva.
El Señor Supremo, Krishna, posee varias emanaciones plenarias, cada una de las cuales, de igual potencia, realiza diferentes tareas. El Señor Krishna, en la forma de Dhanvantari, por ejemplo, cura muy rápidamente, sólo con Su fama personificada, a los seres condicionados que se ven agobiados sin cesar por la enfermedad. Gracias a Él, los seres celestiales disfrutan de una larga vida. Así, las glorias de la Persona Divina nunca terminan. Sólo a través de Él se introdujo la ciencia de la medicina en el universo.
Verdaderamente, todo emana de Krishna, el Señor Supremo, porque Él es la fuente original de todo lo que existe. Es el Ser Divino de la pureza suprema. Por lo tanto, podemos entender fácilmente que la ciencia de la medicina también fue creada por Dios, la Persona Suprema, en Su manifestación Dhanvantari, que está consagrada en las páginas de los Vedas, las sagradas escrituras originales. Fuente de todo conocimiento, los Vedas también contienen los conocimientos médicos necesarios para superar perfectamente cualquier enfermedad.
Por la propia constitución de su cuerpo, el ser encarnado se encuentra en un estado patológico. De hecho, el propio cuerpo es un símbolo de la enfermedad, y aunque estas enfermedades varían según la especie, afectan inevitablemente a todos los seres vivos, al igual que el nacimiento y la muerte. Por lo tanto, por la misericordia del Señor, es posible curar no sólo las enfermedades físicas y mentales, sino también aquello que somete al alma individual distinta de Dios al ciclo de muertes y renacimientos sucesivos. De ahí que el Señor sea llamado bhavausadhi, porque de Él proviene la cura de la enfermedad de la existencia material.