establecidos en el servicio de amor y devoción desarrollamos plenamente nuestra consciencia espiritual y llegamos a ser capaces de percibir la presencia del Señor en cada uno de nuestros actos. Es lo que se llama la liberación mediante la toma de consciencia de lo absoluto.

El devoto, el servidor, la servidora del Señor Supremo puede purificar varias generaciones pasadas y futuras de su familia gracias a su servicio de amor y devoción ofrecido al Padre Eterno.

En verdad, un puro devoto de Dios que lo sirve con amor y devoción purifica a toda su familia hasta la generación número veintiuna pasada y futura. Toda la dinastía se purifica porque el devoto que se beneficia de la bendición la purifica.

Si la bendición del Señor de la que se beneficia el devoto se prolonga hasta la generación número veintiuno, esto quiere decir que los miembros de las diferentes familias en el seno de las cuales se ha encarnado el devoto también se purifican, en el pasado y el futuro. Por la gracia del Señor no solo se purifica la familia actual, sino también las familias de sus vidas anteriores.

Donde quiera que se encuentren los servidores y las servidoras pacíficos del Padre Eterno, serenos, de comportamiento ejemplar y engalanado con todas las cualidades, estos lugares se purifican, así como sus dinastías aunque estuvieran condenadas. En cualquier lugar en que residan los santos servidores y servidoras de Dios, no solo ellos y su familia son purificados, sino también todo el país.

Dios es realmente un Ser Excepcional que posee una belleza, inteligencia, cualidades, atributos y poder fuera de lo normal. Su cuerpo y su Alma Suprema son idénticos, UNO, totalmente espirituales.

Él es el Maestro de todo el universo, sostén y guía de la humanidad. Al ser absoluto, tiene el poder de penetrar en el átomo y en el núcleo del ser infinitamente pequeño para guiarlo y dirigirlo como Alma Suprema. Como es Omnisciente y omnipresente lo sabe todo, lo conoce todo, está en todas partes y es el sostén de todo lo que existe incluidos todos los sistemas planetarios. Los seres humanos se preguntan cómo pueden flotar en el espacio los inmensos planetas y cómo Dios con su inconcebible poder puede mantener los astros y todas las galaxias.

El Padre Eterno tiene un poder inconcebible que sobrepasa nuestro entendimiento, nuestra imaginación. Está presente por todas partes en el universo material y sostiene en el espacio los planetas y las galaxias gracias a sus energías divinas y su Alma Suprema, mientras se encuentra más allá en el mundo espiritual, infinitamente más amplio.

La resurrección de la muerte corresponde, en verdad, a la reaparición del cuerpo glorioso, incorruptible y espiritual que tenemos desde el origen y que perdimos al entrar en este mundo material, pero, sobre todo, encarnándonos en un cuerpo material.