solares, o sea, 4 billones 320 millones x 2 (un día y una noche) x por 30 días x 12 meses x 100 años. En el momento de la devastación final de toda la galaxia, al final de la vida de Brahma, un chorro de fuego emana de la boca de Ananta desde las profundidades de la galaxia. Todos los planetas se reducen a cenizas.

Cuando llega el momento de la aniquilación, Siva, todo despeinado, atraviesa con su tridente a los maestros de las distintas direcciones. Se ríe y baila con orgullo, dispersando sus manos como banderas, igual que la tormenta dispersa las nubes por el mundo. Siva utiliza su poder y su fuerza en el momento de la aniquilación de la galaxia. En el momento de la disolución, Siva, con su tridente en la mano, ejecuta una danza sobre los gobernantes de los distintos planetas, y sus cabellos caen en desorden al igual que las nubes se dispersan en todas las direcciones, para inundar los distintos planetas con incesantes torrentes de lluvia. En la última fase de este apocalipsis, todos los planetas se inundan, y es la danza de Siva, conocida como la danza de la disolución, la que provoca este diluvio.

[1] Esto es lo que ocurrió en algún lugar del cosmos, véase el artículo siguiente.

En cualquiera de estas dos aniquilaciones, la energía material y la energía marginal, los seres espirituales encarnados, son reabsorbidos en el cuerpo del Señor Supremo. Cuando la manifestación cósmica se disuelve, todos los seres vivos entran en el cuerpo supremo del Señor, Garbhodakasayi Visnu, que se fundirá en el cuerpo de Maha-Visnu. Los seres vivos (almas) permanecen entonces allí como si estuvieran dormidos, hasta que se crea de nuevo la galaxia material. Estas son las formas de creación, mantenimiento y destrucción del mundo material. Así es con todas las galaxias.

La creación material se produce por la interacción de las tres gunas, los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material; la virtud, la pasión y la ignorancia, puestas en movimiento por el Señor; de ahí que se diga que el Señor existía antes de la manifestación de las influencias materiales. Sólo Visnu, (emanación completa de Krishna) el Señor Supremo, existía antes de la creación, sin Brahma, Siva o cualquier otro ser celestial. Este Visnu es Maha-Visnu, que se encuentra en el océano de las causas o el océano causal. Por la sola acción de su aliento, las innumerables galaxias emanan de su cuerpo en forma de semillas, que luego se convierten gradualmente en