esferas gigantescas que contienen cada una innumerables planetas, al igual que las semillas de baniano crecen hasta convertirse en inmensos árboles, con innumerables ramas. Maha-Visnu es una emanación completa del Señor Krishna. Todos los Brahmas que gobiernan las diversas galaxias viven sólo durante el tiempo de una de sus exhalaciones, después de haber salido de los poros de su cuerpo espiritual.
Los seres vivos se reabsorben automáticamente en el cuerpo de Maha-Visnu al final de los cien años de vida de Brahma. Pero así reabsorbidos en Él, los seres individuales distintos de Krishna, Dios, conservan su propia identidad; y tan pronto como por la voluntad del Señor la creación alcanza de nuevo el estado manifestado, todos los seres, hasta ahora inactivos, y como si estuvieran dormidos, se encuentran libres para reanudar sus diversas actividades, al hilo de sus condiciones pasadas de existencia. Esto se llama el principio de despertar del sueño y reanudar las propias actividades. Cuando un hombre duerme por la noche, se olvida de su identidad, de sus obligaciones y de todo lo relacionado con sus actividades de vigilia. Pero en cuanto recupera la conciencia, todo lo que tiene que hacer vuelve a su mente, y retoma sus actividades. Del mismo modo, los seres vivos, como seres espirituales, permanecen en el cuerpo de Maha-Visnu mientras dura la aniquilación del universo; pero en cuanto llega de nuevo el tiempo de la creación, se despiertan, reanudan sus tareas inacabadas.
El Señor Krishna dice: «Con el día de Brahma nacen todas las variedades de seres; y cuando llega su noche, todos son aniquilados. Sin cesar, día tras día, el día renace, y cada vez, miríadas de seres son traídos a la existencia. Sin cesar, noche tras noche, la noche cae, y con ella, los seres, en la aniquilación, sin que puedan hacer nada al respecto. Sin embargo, existe otro mundo, eterno, más allá de los dos estados, manifiesto y no manifiesto, de la materia. Este es el mundo supremo, que nunca perece; cuando todo en la galaxia material se disuelve, permanece intacto».
«Al final de una era, cuando la vida de Brahma llega a su fin, todas las creaciones materiales vuelven a Mí, y al comienzo de la siguiente era, cuando de nuevo el tiempo es favorable para la creación, por medio de Mi poder externo, vuelvo a crear».
«La naturaleza material actúa bajo Mi dirección, bajo Mi dirección genera todos los seres, móviles e inmóviles. Por Mi orden de nuevo, se crea y luego se aniquila, en un ciclo interminable».
El hecho de que el Señor existiera antes de que la energía creativa de las tres gunas entrara en acción muestra que Él no fue producido por la energía material. Su cuerpo es enteramente espiritual, y no difiere en nada de Su Persona, lo que no ocurre con las almas condicionadas. Antes de la creación, el Señor estaba en su reino, Uno y Absoluto.