Dios es Uno, Único y sin segundo. Nadie lo iguala ni lo supera, nadie es superior a Él.

Se le aprecia desde diferentes puntos de vista. No tiene rival, sólo hay un Dios. Esta es la definición de Dios. Bienaventurados los que se someten a los votos sagrados, porque Dios los bendecirá. Que ahora adoren al Señor con gran fe, dominando sus sentidos, observando las prácticas religiosas, practicando la austeridad, la penitencia, el arrepentimiento y dando su riqueza en caridad. Quien desee progresar espiritualmente u obtener la misericordia del Señor debe contenerse restringiendo sus placeres sensoriales y adhiriéndose a las reglas y principios de la religión. A menos que uno practique la austeridad y la penitencia y sacrifique su riqueza, no puede obtener la misericordia del Señor Supremo.

La forma más sencilla de alcanzar la perfección espiritual es buscar refugio en un auténtico maestro espiritual, un verdadero servidor de Krishna, Dios, la Persona Suprema, y servirle con todo el corazón y el alma. Al servir al maestro espiritual o recibir su gracia, uno recibe la gracia del Señor Supremo, y simultáneamente obtiene la misericordia completa del Señor y del maestro espiritual. Este es el secreto del éxito.

El servicio devocional es la base de todas las filosofías. Por lo tanto, tenemos que considerar tres elementos, a saber, el Señor Supremo, el ser espiritual individual distinto de Dios y la relación eterna entre ellos. La meta de la vida es observar los principios del servicio devocional hasta que alcancemos el planeta del Señor Supremo, imbuidos de la más perfecta devoción y amor como eterno servidor de Dios. La palabra y las enseñanzas de Krishna, Dios, la Persona Suprema, tienen como objetivo particular iluminar a la humanidad sobre la Verdad Absoluta, Dios, el Ser Soberano. En verdad, es imposible alcanzar la verdadera inmortalidad sin entrar en contacto directo con Dios, la Persona Suprema, y la manera más segura de establecer este contacto es entregarse a Él y servirle con amor y devoción. Dado que permite este contacto, el servicio devocional corresponde a la verdadera inmortalidad.

Cuando definimos a Dios, la Persona Suprema, decimos que posee en su plenitud las seis perfecciones, la belleza, la riqueza, la fama, el poder, la influencia y la renuncia. Se dice que Él es la encarnación de la renuncia, porque no hay nada apegado a Él en el mundo material. No tiene ninguna conexión excepto con el mundo espiritual y los seres que viven en él. Todo en el universo material está dirigido por la energía material de Dios, que actúa bajo la autoridad del Señor Supremo. Todo en el mundo material se rige por las leyes inflexibles de la energía material. Por lo tanto, el Señor está totalmente desprendido y no tiene necesidad de prestar ninguna atención al universo material. Como el Señor siempre permanece en el plano espiritual, se apega a aquellos que constantemente le sirven con absoluto amor. Se siente atraído por una vida íntegra y verdadera, no sólo por las cualidades espirituales; de hecho, nunca se apega a ninguna cualidad material. Aunque Él es el Alma Suprema, el Alma de