La Ciencia Espiritual Pura
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El Alma Suprema está presente en todas partes. Los Vedas, las sagradas escrituras originales llamadas «El Verdadero Evangelio» afirman:

«Todo es espiritual, o manifestación de las energías de Dios. Todo descansa en el Señor, como las perlas en un hilo. Ese hilo es el Ser Supremo Original. Él es la causa suprema, el Señor Soberano en el que todo descansa».

Por lo tanto, hay que estudiar el alma individual y el Alma Suprema, sobre la que descansa toda la manifestación cósmica material.

Descripción de la antimateria.

La enseñanza de Dios.

¿Qué es la energía superior, también llamada partícula de antimateria?

Mientras que a través de la ciencia moderna aprendemos cada vez más sobre la energía material, nuestros conocimientos sobre la antimateria siguen siendo extremadamente vagos.

El Señor dice: «En el momento de la muerte, el alma [partícula de antimateria] toma un nuevo cuerpo, con la misma naturalidad con que pasó de la infancia a la juventud y a la vejez en el anterior. Este cambio no perturba a quien es consciente de su naturaleza espiritual».

Esta descripción de las diferentes fases de la evolución del cuerpo durante la existencia sitúa la energía material en su relación con la antimateria. En cuanto la partícula de antimateria sale del cuerpo, éste se vuelve completamente inútil. Por tanto, la partícula de antimateria es muy superior a la energía material. Por lo tanto, no debemos afligirnos por ninguna de las condiciones del cuerpo, vivo o muerto.

El Señor añade: «Las alegrías y las penas efímeras, como los veranos y los inviernos, van y vienen. Sólo se deben al encuentro de los sentidos con la materia, y hay que aprender a tolerarlos, sin dejarse afectar por ellos».

Aquel que no se ve afectado por las alegrías y las penas, que permanece sereno y resuelto en todas las circunstancias, es digno de la liberación.

En otras palabras, el hombre inteligente puede comprender que estos diversos estados se deben sólo a la interacción de los elementos materiales, pero que él mismo, como alma espiritual, está más allá de la impermanencia.

El Señor continúa diciendo: «Los maestros de la verdad han concluido que lo real es eterno y lo ilusorio impermanente, después de estudiar sus respectivas naturalezas».

Así, al ver que él mismo existe más allá de la materia, el hombre (el alma encarnada en un cuerpo humano) podrá comprender también que existe un mundo de

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