La Ciencia Espiritual Pura
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del Señor, estamos eternamente conectados a Él y participamos de su naturaleza divina. La energía material es como una ganga que envuelve esta partícula de energía espiritual, pero en el reino de Dios, los seres vivos están libres de tal velo, sin perder nunca la memoria de su identidad; eternamente permanecen conscientes de su vínculo con Dios, estando situados en su condición natural de ofrecer al Señor un servicio amoroso trascendental. Dado que están constantemente absortos en este servicio trascendental, es natural concluir que sus sentidos son también de naturaleza trascendental, ya que no se puede servir al Señor con sentidos materiales.

El Señor dice: «Este resplandor deslumbrante, esta luz absoluta, sabed que no es otra cosa que el resplandor que emana de Mi cuerpo. Ese resplandor no es otro que Yo mismo».

Al igual que el sol y sus rayos no se pueden separar, así es Dios, Krishna, y el resplandor que emana de Su cuerpo. Este resplandor está constituido por un conjunto de partículas diminutas llamadas chispas espirituales, que son, en verdad, los seres vivos llamados almas espirituales. La expresión védica «Yo soy el resplandor», también puede aplicarse a los seres vivos, (nosotros), que también pueden reclamar ser parte del resplandor ya que juntos lo componen.

Krishna explica además: «Este resplandor es una emanación de Mi energía espiritual. El resplandor se extiende más allá del ámbito de Mi energía externa».

El resplandor se extiende más allá del reino de Mi energía externa. El que mora en este mundo material no puede conocer este resplandor del Ser Supremo. Por eso no se manifiesta en el mundo material, sino sólo en el mundo espiritual.

El que mora en este mundo material no puede conocer ese resplandor del Eterno Supremo. Por eso no se manifiesta en el universo material, sino sólo en el mundo espiritual. Estas dos energías, interna y externa, se manifiestan eternamente.

Sólo el alma espiritual ilumina todo el cuerpo con la conciencia. La conciencia es la prueba concreta de la presencia del alma en el cuerpo.

La conciencia es una manifestación del alma, el principio principal, la esencia del alma espiritual, la energía del alma, es el alma misma. El alma está presente en el corazón del ser vivo, celeste, humano, animal y vegetal, es la fuente de todas las energías que sostienen el cuerpo. La energía del alma se extiende por todo el cuerpo, y esto es lo que llamamos conciencia. La conciencia es la percepción que tenemos de nosotros mismos, que nos permite decir «yo soy».

La conciencia es la manifestación y la energía principal del alma. Es la conciencia particular de un alma individual la que dirige sus acciones. El cerebro es sólo un instrumento que no tiene relación con la verdadera inteligencia que reside en el alma. La inteligencia real es también otro principio mayor del alma, pues está en el alma y en ninguna otra parte. La inteligencia real, la mente y la conciencia en su

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