El verdadero espiritualista Me ve en todos los seres y a todos los seres en Mí. Verdaderamente, el alma realizada Me ve en todas partes.
El que Me ve en todas partes y ve todo en Mí, nunca se separa de Mí, ni Yo me separo de él.
El espiritualista que Me conoce como Uno con el Alma Suprema en la multiplicidad de los seres, Me adora y en Mí permanece siempre.
El espiritualista perfecto ve, a través de su propia experiencia, la igualdad de todos los seres, felices o infelices.
Nueva pregunta de Arjuna:
Este yoga que Tú has descrito en pocas palabras, oh Señor, no veo cómo practicarlo, porque la mente es caprichosa e inestable. La mente es escurridiza, febril, poderosa y tenaz. Dominarla me parece más difícil que dominar el viento.
El Bendito Señor dice:
Es, ciertamente, difícil domar esta mente febril. Sin embargo, se logra mediante la práctica constante y el desapego.
Para quien no ha dominado su mente, el trabajo de la realización espiritual será difícil. Pero para aquellos que la dominan y guían sus esfuerzos por los medios apropiados, el éxito es seguro. Este es Mi pensamiento.
Arjuna pregunta de nuevo
Aquel que, después de haber emprendido con fe el camino del yoga (de la práctica de la unión y comunión con Dios), lo abandona, por no haber sido capaz de desprender su mente del mundo, y que, como resultado, no alcanza la perfección espiritual, oh Krishna, ¿cuál es su destino?
Si se aparta del camino de la realización espiritual, oh Krishna, ¿no perece, como se disipa una nube, privado de todo refugio?
En este punto radican mis dudas, oh Krishna; por favor, disípalas completamente, pues nadie más que Tú puede hacerlo.
El bendito Señor dice:
Oh hijo de Prtha (Arjuna), para el espiritualista de las acciones felices, no hay destrucción en esta vida, en este mundo o en el siguiente; nunca, amigo Mío, se apodera de él el mal, o la desgracia. Después de incontables años de deleite en los planetas donde viven los que han practicado la bondad, el que ha fracasado en el camino del yoga renace en una familia rica y noble o virtuosa.
También puede renacer en una familia de sabios espiritualistas. En verdad, es raro obtener tal nacimiento aquí en la tierra. Allí recupera la conciencia divina adquirida en su vida pasada y reanuda su marcha hacia la perfección. En virtud de la conciencia divina adquirida en su vida pasada, se siente naturalmente atraído por la práctica del Yoga, a veces incluso sin darse cuenta. Deseando conocer el Yoga, trasciende ya todos los ritos escriturales. Que el Espiritista, purificado de todas las faltas, se esfuerce por perfeccionar su realización espiritual, y al fin, después de muchas vidas de intensa práctica, alcanzará la meta suprema. El espiritualista es más elevado que el asceta, el filósofo y el hombre que aspira a los frutos de sus actos. Por lo tanto, en toda circunstancia, sé un espiritualista. Y de todos los espiritualistas, aquel que con fe completa permanece siempre en Mí y me adora sirviéndome con amor, es el más grande y está más íntimamente relacionado conmigo.