Aprendamos a Conocer al Padre Eterno
Página 35 de 185

forma de Åšyāmasundara, que dibuja tres líneas curvas. Su forma sublime es todo dicha, verdad y realidad e irradia el más perfecto esplendor. Cada uno de los órganos de su cuerpo espiritual posee la facultad de realizar plenamente las funciones de todos sus otros miembros. Vigila eternamente los infinitos universos, tanto espirituales como materiales, que crea y mantiene.

Inaccesible por el estudio de las sagradas escrituras, Él puede ser fácilmente alcanzado por el alma que Le sirve con devoción pura y sin mezcla. Él es lo absoluto, único y sin segundo, no está sujeto a la decadencia; Él mismo, en su forma infinita, no tiene origen ya que es la causa original y el Ser Supremo Eterno; y sin embargo, posee la belleza de la juventud como una flor fresca.

El Señor forma un todo indiferenciado ya que Sus energías no difieren de Su Persona. En Él derivan su existencia los innumerables universos; su creación no resta valor a Su propio poder. En su plenitud también está presente en el corazón de cada uno de los átomos dispersos en el universo.

Reside en su reino de Goloka con Rādhā (Radharani), cuyos rasgos espirituales son similares a los suyos. Ella encarna su poder de felicidad y es una perfecta maestra de las sesenta y cuatro artes. Él es el mismo Krishna y sus innumerables atributos siguen siendo inconcebibles. Es Él a quien los sabios puros, cuyos ojos están ungidos con el bálsamo del amor y la devoción, ven en el fondo de sus corazones.

El Supremo Eterno aparece en este mundo en Su forma personal de Krishna o en la forma de varios avatares, Rāma, Ná¹›siḿha, Vāmana, todos, emanaciones de Su persona. Está dotado de un poder ilimitado. El resplandor deslumbrante de Su forma trascendental constituye el Ser Espiritual Supremo Impersonal, indiferenciado, infinito, absoluto, impenetrable, completo y omnipresente. Fuente de los innumerables planetas del universo material, cada uno con su propia opulencia.

Krishna, el Señor original a quien Durgā obedece, Māyā, su energía externa, que es como la sombra de la energía espiritual llamada 'chit', es adorado por todos los hombres en la forma de Durgā, el agente creador, preservador y destructor del universo material.

Krishna, el Supremo Eterno dice: «Porque Me conoce como la meta final de todos los sacrificios, de todas las austeridades, el Soberano de todas las estrellas y seres celestiales, el amigo y benefactor de todos los seres, el sabio encuentra la cesación de los sufrimientos materiales».

Las almas encarnadas y condicionadas, atrapadas en las garras de la energía ilusoria, anhelan encontrar la paz en este mundo, pero no son conscientes de las condiciones necesarias para obtenerla. El secreto está en el reconocimiento de Dios como beneficiario de todos los esfuerzos del hombre. El hombre debe sacrificar todo al servicio absoluto del Señor Supremo, pues todos los planetas y sus habitantes le pertenecen. Nadie es igual a Él.

Facebook

VISITANTES

4057554

Visitantes en línea

4057554





Visitantes por país