Quienquiera que escuche, cante y tome en serio estos asuntos acerca de Mí, se vuelve fielmente dedicado a Mí y, por lo tanto, realiza Mi servicio devocional. ¿Qué queda por lograr para el devoto perfecto, que Me sirve con amor y devoción, Yo la Verdad Suprema Absoluta, cuyas cualidades son innumerables y que encarna toda experiencia extática?
Así como el frío, el miedo y la oscuridad son erradicados para quien se ha acercado al fuego del sacrificio, así la tristeza, el miedo y la ignorancia son erradicados para quien está ocupado en el servicio de los devotos del Señor. Los devotos del Señor, fijados pacíficamente en el conocimiento absoluto, son el refugio de la vida última para aquellos que repetidamente suben y bajan en el terrible océano de la vida material. Estos devotos son como un bote fuerte que viene a rescatar a las personas que están a punto de ahogarse.
Así como el alimento es la vida de todas las criaturas, así como Yo soy el último refugio para los que están en apuros, y así como la religión es la riqueza de los que mueren en este mundo, así Mis devotos son el único refugio para las personas que temen caer en una condición miserable. Mis fieles devotos otorgan ojos divinos mientras que el sol permite solo la vista exterior, y eso solo cuando se eleva en el cielo. Mis devotos son nuestras verdaderas deidades adorables y nuestra verdadera familia. Son uno mismo y, en última instancia, no son diferentes de Mí.
Los malos actos del materialista y las consecuencias resultantes.
En verdad, los tontos materialistas siguen siendo incapaces de comprender que simplemente están perdiendo el tiempo obsesionados con la producción de bienes materiales, ya que todos estos están destinados a la aniquilación bajo la influencia del tiempo. Este derroche de energía proviene de la ignorancia de la masa de los seres humanos, que desconocen ser eternos y tener una ocupación eterna. No saben que la duración de su existencia en un cuerpo material dado representa solo un destello en su viaje eterno. Ignorantes de este hecho, consideran este breve atisbo de existencia como la única realidad, y pierden el tiempo mejorando su situación económica.