La reencarnación es una realidad. Aquí están las pruebas, están a nuestro alrededor. Algunos cuerpos llevan los signos.
Otra vida se abre después de la muerte, la reencarnación es una realidad, estas palabras del Apóstol Pablo y Mahatma Gandhi nos lo demuestran.
«Si hemos puesto nuestra esperanza en Cristo para esta vida solamente, entonces somos los más dignos de lástima de todos los hombres». (El Apóstol Pablo)
«No puedo concebir un conflicto permanente entre los hombres, y, creyendo como soy en la teoría del renacimiento, vivo en la esperanza de poder abrazar fraternalmente a toda la humanidad, si no durante esta vida, desde menos en otra.» (Mahatma Gandhi)
Contamos tres tipos de existencia según la influencia ejercida por los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material: la virtud, la pasión y la ignorancia.
Así, los seres vivos pueden clasificarse en pacíficos, febriles y vertiginosos, o en felices, infelices e intermedios, o en virtuosos, impíos y medio religiosos. De esto podemos deducir que en la próxima vida estos tres tipos de influencias materiales seguirán actuando de forma similar. La influencia de los tres atributos de la naturaleza material y sus consecuencias son visibles en la vida presente. Por ejemplo, algunas personas se sienten muy felices, otras muy infelices y otras entre medias. Ahora bien, esto es el resultado de un contacto pasado con los tres atributos [virtud, pasión e ignorancia. (Por ignorancia, debemos entender la ausencia de datos relativos a Dios, a la verdad existencial y al conocimiento espiritual)]. Dado que estas diferencias se manifiestan en la vida actual, podemos suponer que dependiendo de su relación con los diferentes atributos, los seres vivos también serán felices, infelices o estarán en algún punto intermedio en su próxima vida. Por lo tanto, lo mejor será desvincularse de los tres atributos de la naturaleza material y trascender para siempre su influencia contaminante.