Logos 6
El alma encarnada, condicionada por la materia, que persigue frenéticamente el placer de los sentidos, ignorando el hecho de que este camino nunca le permitirá escapar de la contaminación material, sólo obtiene como «beneficio» la renovación del ciclo de muertes y nacimientos.
El Señor enseña: «El hacedor interesado debe renacer y morir interminablemente en este mundo, y hasta que no haya desarrollado su afecto por Mí, le será imposible sacudirse el yugo de las leyes de la naturaleza material.»
Así, el hombre que realiza concienzudamente los deberes que le corresponden según la clase social y el nivel espiritual al que pertenece, pero no desarrolla su amor por el Señor Supremo, sólo está desperdiciando su vida humana.
Krishna también confirma este punto cuando dice: «El hombre de primera clase es aquel que encuentra refugio en Mí, en completa entrega, y que, renunciando a todas las formas de ocupación material, vive de acuerdo con Mi enseñanza.»
Estas palabras del Señor implican que los hombres aficionados a la filantropía, a la caridad social, a la ética, a la moral, a la política, al altruismo… son encomiables sólo a escala material. Los Vedas, las sagradas escrituras originales «El Verdadero Evangelio», nos enseñan que un ser consciente de Krishna, Dios, y que practica el servicio devocional, supera con creces a todos estos «benefactores de la humanidad».
Logos 7
El Señor enseña que uno puede satisfacer a Dios, la Persona Suprema, aplicando los principios espirituales relacionados con las divisiones sociales y a cambio toda la sociedad será provista de todas las necesidades de la vida y todas las dificultades serán eliminadas. ¿No es el Señor Supremo el sustentador de todos los seres?
Si cada miembro de la sociedad se dedica a su propia ocupación mientras cultiva la conciencia de Dios, sin duda habrá paz y felicidad universales. El mundo entero dejará de preocuparse por las necesidades de la vida para convertirse en un vasto espacio espiritual, una morada espiritual. Sin necesidad de ser transportado al reino de Dios. Toda la humanidad, si sólo aplica las enseñanzas de Krishna, Dios, la Persona
Suprema, y realiza los deberes relacionados con el desarrollo de la conciencia de Dios, experimentará la felicidad perfecta.
El Señor Supremo dice: «Todo hombre se entrega a diversos actos, estén o no de acuerdo con las escrituras reveladas. Pero sepan que si uno utiliza el fruto de tales actos para adorarme en conciencia de Krishna, será inmediatamente bendecido con una felicidad que continuará en esta vida y en la siguiente, tanto en este mundo como en el próximo. En esto no hay duda».
Concluyamos de estas palabras pronunciadas por el Señor que los actos realizados en la conciencia de Krishna, Dios, aseguran la perfecta satisfacción de los deseos de todos.