El Señor, por Su naturaleza intrínseca, se revela a cada devoto, según su propio servicio devocional. Los agasajos de Vrindavana, el planeta supremo donde Él reside, han demostrado que aunque generalmente se adora a Dios con un sentimiento de reverencia, el Señor está más satisfecho si el devoto lo considera como su hijo querido, amigo personal o amado y le sirve con ese afecto natural.

En estas relaciones trascendentales, el Señor se somete al amor de Su devoto. Ese amor puro por Dios no está contaminado por ningún rastro de deseos innecesarios no devocionales y no está conectado con la acción interesada o la especulación empírica en cualquiera de sus formas.

Puro y natural, el amor surge espontáneamente cuando se alcanza el nivel absoluto. Ese servicio devocional se realiza en una atmósfera favorable, libre de afectos materiales. Este es el servicio más puro de amor y devoción ofrecido a Krishna, Dios, la Persona Suprema.

El Señor añade: «Según los hombres se entregan a Mí, Yo los recompenso en proporción. Todos siguen mi camino, de una manera u otra.

Si uno abriga una devoción pura hacia Mí, viéndome como su hijo, amigo o amado, y me considera como su igual o inferior, me vuelvo subordinado a él.

El servicio devocional que Me ofrecen los seres vivos revive la vida eterna en ellos. Tu feliz fortuna no es otra que el amor que me profesas, pues sólo él te ha permitido obtener mi favor.»

Los principios regulativos permiten a los devotos ordinarios elevarse a la etapa del amor perfecto a Dios. Es en el amor puro por Krishna donde reside la perfección de la devoción, que corresponde al servicio devocional espontáneo.

La observancia de los principios reguladores encuentra su perfección en los planetas espirituales. El cumplimiento estricto de estos principios permite entrar en estos planetas. Sin embargo, el servicio de amor puro y espontáneo sólo se encuentra en Krishnaloka, el planeta donde Krishna reside eternamente en compañía de sus devotos puros. Es el más elevado de todos los planetas, tanto materiales como espirituales.

Debido a su naturaleza espiritual, el ser vivo sólo puede experimentar la verdadera felicidad en el mundo espiritual, ya que el Señor Krishna es la fuente pura de la misma.

Para ver a Dios tal y como es, hay que entregarse a Él y servirle con amor y devoción. El servicio devocional es la manifestación del amor por Krishna, Dios, la Persona Suprema.

Principios reguladores: Estas son las reglas que todo ser humano que desee progresar hacia la perfección espiritual debe observar rigurosamente. Hay varios tipos de