Seamos conscientes de que aquellos que actúan fuera de la conciencia de Krishna no pueden saber lo que es la liberación de la ansiedad y la preocupación, porque todo ser condicionado está sujeto a las estrictas leyes de la materia. Por lo tanto, se pierden en los enredos materiales y se encadenan al ciclo de reencarnaciones repetidas, y sufrirán en cada vida las desgracias y los sufrimientos inherentes a los actos pecaminosos cometidos en su vida anterior.
En verdad, ningún alma condicionada por la materia sabe qué hacer o no hacer.
La segunda y más hermosa actitud es la de actuar en conciencia de Krishna. El ser santo, el devoto establecido en la conciencia de Krishna, no se preocupa en absoluto por las exigencias de la existencia material.
Verdaderamente, aquellos que actúan en conciencia de Krishna o conciencia de Dios, el Señor se convierte en el amigo más querido e íntimo, que siempre cuida mucho de aquellos a los que ama. Krishna se entrega a estos amigos devotos, que con tanto amor se esfuerzan en todo momento, las veinticuatro horas del día, por complacerle con sus actos puros.
Por tanto, nadie debe dejarse llevar por el falso ego, por la concepción material de la existencia, centrada en el cuerpo. Uno nunca debe, y menos artificialmente, creerse independiente de las leyes de la naturaleza material, o libre de actuar como le plazca. En cuanto actúan en conciencia de Krishna, se liberan de los angustiosos enredos de la materia.
Los seres que actúan en conciencia de Krishna conocen entonces la verdadera libertad de acción, porque para ellos, la acción es sugerida desde su interior por Krishna, en Su aspecto de Alma Suprema. A partir de entonces se entregan totalmente a Krishna, y eligen servirle con amor y devoción, haciéndose servidores eternos del Señor. Como sus pensamientos, palabras y acciones ya no tienen efectos ni consecuencias de ningún tipo, rompen las cadenas que los mantenían presos en la materia y ponen fin al ciclo de reencarnaciones. Ahora puros, pueden entrar en el mundo espiritual, donde se encuentran la verdadera vida, la verdadera libertad, la verdadera dicha y la eternidad.
Debemos elevarnos al nivel espiritual y absoluto, de lo contrario la misión de nuestra existencia quedará para siempre sin cumplir.
Porque habiendo olvidado a Dios, el ser espiritual encarnado está ligado a la materia y a un cuerpo material concreto, por las leyes de la naturaleza material. Sólo Krishna, Dios, la Persona Suprema, puede librarlo de esto.
El ser espiritual encarnado nace en la ignorancia de los datos relativos a Dios, a su verdadera identidad y a la verdad existencial y absoluta. Desconoce el verdadero propósito de la existencia, que es buscar a Dios, encontrarlo, pues el Señor no se esconde, y finalmente ir a encontrarlo en su reino infinito y absoluto.