En realidad, los seres humanos que poseen conocimiento dan poca importancia al cuerpo material, ya sea vivo o muerto. Esta es la primera realización que nos pone en el camino del progreso espiritual. El alma es la fuerza vital y el principio activo que da al cuerpo su belleza y su vida.
Cuando llega la muerte, que sólo concierne al cuerpo material, nadie conoce el destino del verdadero ser, el alma, la fuerza vital y el principio activo, que sigue viviendo incluso después de la muerte del cuerpo. El alma es eterna, la persona real que habita el cuerpo material nunca muere. Esto es tranquilizador y muy cierto.
Por eso tenemos que dirigirnos a Krishna, Dios, la Persona Suprema, si no queremos dejar nuestro cuerpo sin saber a dónde iremos después, ni en qué cuerpo material nos reencarnaremos.
Si como yo eliges volver al reino de Dios, entonces tú también sabrás a dónde irás cuando mueras. Para ello debemos :
Poner a Krishna, Dios, la Persona Suprema en nuestra mente con la ayuda del canto de los Santos Nombres del Señor, «Haré Krishna», amarlo, obedecerlo, hacer Su divina voluntad, renovar el vínculo que nos une a Él, unir nuestros deseos e intereses con los Suyos, rendirnos a Él y servirlo con amor y devoción.
El Señor dice: «Quien a la hora de la muerte deja su cuerpo acordándose sólo de Mí, llega de inmediato a Mi reino, no lo dudes.»
«A aquellos que siempre Me sirven y Me adoran con amor y devoción, les doy la inteligencia a través de la cual pueden llegar a Mí.»
«Entrégate por completo a Mí. Por Mi gracia, conocerás la paz absoluta, y llegarás a Mi morada eterna y suprema.»
«Sólo a través del servicio devocional se puede conocerme tal y como soy. Y el ser que, a través de tal devoción, llega a ser plenamente consciente de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto.»
«Sólo sirviéndome con amor y devoción indivisibles se puede conocerme tal como soy, de pie ante ti y también, en verdad, verme. Así, y sólo así, se puede penetrar en el misterio de mi Persona.»
«Doy fe y refugio a todo aquel que se rinde a Mí y jura servirme para siempre, pues tal es Mi naturaleza.»
«Llena siempre tu mente de Mí y conviértete en un devoto completo de Mí. Dedica tu adoración a Mí constantemente y simplemente entrégate a Mí. Esta es la única manera de llegar a mi reino. Te revelo aquí el más secreto de los conocimientos, pues eres Mi amigo infinitamente querido.»