Logos 452
¿Cómo podemos purificar nuestros corazones?
Los que quieran hacerlo deben adoptar el servicio del amor y la devoción, que ofrecerán a Dios, sea cual sea su nivel social. Además, es esencial permanecer siempre cerca del Señor escuchando o leyendo sobre Su Divina Persona y cantando Sus glorias.
Basta con apegarse a escuchar, leer y cantar las glorias de Dios, para alcanzar la más alta perfección y unirse a Su reino absoluto. Así, el ser humano que siempre se mantiene en contacto con el Señor escuchando, leyendo y cantando Sus glorias, y que, para la única satisfacción de Dios, le ofrece los frutos de sus obras, entrará con facilidad en Su morada suprema.
Sólo aquellos que han lavado sus corazones de toda contaminación pueden darse cuenta de Él. Y es el canto, la escucha y la lectura de las glorias de su gracia lo que permite esta purificación del corazón.
Logos 453
Desde el momento del nacimiento, el niño se sumerge inmediatamente en el olvido de su verdadera identidad.
Se ve obligado a ver su cuerpo material como su propio ser, con el que se identifica erróneamente, y en ese momento está influenciado por la energía material que condiciona su existencia.
Toda la existencia material está influida por la energía ilusoria de la naturaleza material, que obliga a todos los seres vivos a tener una concepción corporal de la existencia.
En cambio, el verdadero conocimiento espiritual nos permite comprender que «no somos un cuerpo de materia», sino «un alma espiritual», una pequeña parte del Señor Supremo, eterna como Él.
Sólo a través de la conciencia de Dios se puede superar esta implacable energía ilusoria, que es similar a Satanás. Quien se rinde a Dios y le sirve con amor y devoción, escapa a esta concepción ilusoria de la existencia, que obliga al ser humano a seguir un ciclo de renacimientos y muertes ininterrumpidas.
Entonces podremos renovar inmediatamente el vínculo de amor con el Señor y entrar en su reino absoluto de conocimiento, dicha y eternidad.