No hay diferencia entre su cuerpo espiritual y su Alma pura, pues son Uno. Él es el más bello de todos los seres, y si éstos obtienen un físico agradable y ventajoso, o una gran belleza, es simplemente porque se benefician de los mismos elementos corporales trascendentales de los que Krishna es la fuente.
En realidad, la belleza proviene del alma, pues es ésta la que transfiere al cuerpo la belleza que contiene.
Todo lo que el Señor toca o mira se vuelve instantáneamente puro y bellamente hermoso.
El Señor es eternamente hermoso, y es digno de la adoración de los habitantes de todos los planetas en todas las galaxias del cosmos material, así como de todos los seres santos que viven en el mundo espiritual.
Su juventud es eterna y siempre está dispuesto a derramar sus bendiciones sobre sus devotos.
Krishna, Dios, la Persona Suprema dice:
«Cuando me han alcanzado, los trascendentalistas devocionales, esas nobles almas, habiendo ascendido así a la más alta perfección, nunca más regresan a este mundo transitorio [el universo material] donde reina el sufrimiento.»
Todos los que entran en el reino eterno y absoluto de Krishna, Dios, la Persona Suprema, nunca más vuelven al mundo material donde reina el sufrimiento.
Si han alcanzado el estado de pureza y eligen servir a Dios con amor y devoción, ya no regresan a este mundo después de dejar su cuerpo carnal, sino que vuelven a Dios en su morada original para vivir eternamente en el conocimiento perfecto y la dicha sublime.