Logos 401
La verdadera tierra prometida.
El reino de Dios es la verdadera y única tierra prometida.
En verdad, la tierra prometida a la que Dios se ha referido es su reino absoluto, y ningún otro lugar.
No somos del universo material, sino del mundo espiritual, pues de ahí venimos todos. Venimos de la energía marginal de Dios, los fragmentos diminutos de su Persona, y nuestra verdadera morada original está en el reino eterno de Krishna, Dios, la Persona Suprema, que consiste en innumerables planetas espirituales de incomparable belleza.
Dios nos pide desde tiempos inmemoriales que busquemos su presencia benéfica, salvadora y dichosa, que escuchemos su palabra divina y que respetemos y apliquemos su guía, para que podamos volver a la verdadera tierra prometida, donde se encuentra nuestra verdadera morada original en su reino de todo conocimiento, dicha y eternidad.
La verdadera vida está en el reino absoluto de Dios, y la verdadera felicidad está con Krishna, Dios, la Persona Suprema, en Su compañía y en Su toque solamente.
En el maravilloso reino de Dios, cada palabra es una canción, y cada paso una danza. Todo es sublime.
Vrindavan es un lugar de naturaleza espiritual eterna y está poblado por diosas de la fortuna, conocidas como gopis. Todos son los amados de Krishna y Él su único amor. Todos los árboles son árboles de los deseos de los que se puede obtener lo que uno desea. La tierra está hecha de piedra filosofal y el agua es néctar. Cada palabra es una canción, cada paso es una danza, y la flauta de Krishna acompaña cada gesto. Todo brilla con luz propia, comparable a la del sol y la luna en el universo material.
La forma humana es todo para la comprensión del lugar trascendental de Vrindavane, y las almas afortunadas deben cultivar el conocimiento de Vrindavane y sus habitantes. En esta morada suprema, las vacas Surabhi inundan la tierra con su leche. Dado que cada momento se utiliza sabiamente, no hay pasado, presente o futuro.