Logos 364
Krishna, Dios, la Persona Suprema dirige nuestros sentidos.
Sin Krishna, Dios, la Persona Suprema, el ser vivo, humano, animal, vegetal, no es nada y no puede hacer nada. No puede ver, oír o actuar sin el principio activo, Dios.
Dios, el Supremo Eterno, reside en el corazón de todos los cuerpos de materia, celeste, humana, animal, vegetal, y mantiene todos estos cuerpos de materia inerte, activos. Por eso todos estos cuerpos móviles e inmóviles son templos de Dios. Sólo el Señor dirige los sentidos. Por lo tanto, a menos que estemos facultados por Su energía, nuestros sentidos no pueden actuar. Es Dios quien activa la mente y los sentidos. En otras palabras, sólo Dios ve, sólo Él actúa, sólo Él escucha. Él es el único principio activo, el Maestro Supremo.
El alma individual encarnada, dueña de su cuerpo material, utiliza sus sentidos materiales, que han sido activados por la Persona Suprema, para tratar de disfrutar de los objetos sensoriales.
Entrando en el cuerpo de cada ser vivo como el Alma Suprema, Dios anima el cuerpo, los sentidos, los aires de la vida y las actividades mentales, y así todos los órganos etéreos y gruesos comienzan sus funciones. Cuando un ser vivo, humano o animal, ve algo con sus ojos, debe entender que su visión actúa sólo de forma secundaria a la del Señor. Dios, la Persona Suprema, debe ver todo por sí mismo antes de que sea visible para nosotros.
El Señor es el maestro de todos los seres vivos, pues nadie puede alcanzar sus fines si Dios no lo permite. Sólo Él confiere los frutos de las acciones.
En verdad, la actividad real de los órganos de los sentidos, ya sea la mente, el ojo, la lengua, o cualquier otro órgano de percepción o acción, están totalmente al servicio de Krishna, Dios, la Persona Suprema, y le pertenecen sólo a Él, porque Él es el Todo, y el dueño de Todo lo que existe. Él es el beneficiario supremo de todos sus frutos.