Logos 127
El Señor Supremo es alabado en todos los lugares sagrados, el No Nacido que, sin embargo, aparece en este mundo en Su infinita misericordia, para bendecir a todos los gobernantes del universo que están sujetos a Él.
Hay innumerables gobernantes en los diversos planetas que pueblan las galaxias, como el ser celestial amo del sol y el de la luna, Indra en los planetas edénicos, Vayu, Varuna, así como los de Brahmaloka, el planeta donde vive Brahma el demiurgo y primer ser creado. Todos ellos son siervos obedientes del Señor, y siempre que surge alguna perturbación en la administración de los innumerables planetas de las distintas galaxias, estos gobernantes rezan para que intervenga el Señor. Es entonces cuando el Señor desciende a este mundo.
En verdad, el Señor aparece en todas las épocas, cuando los gobernantes sumisos se encuentran en dificultades. También desciende para el placer de Sus devotos puros. Los gobernantes sumisos y Sus siervos puros se ponen estrictamente bajo Sus órdenes, y nunca violan Su voluntad. Por eso, el Señor está siempre muy atento a ellos.
Donde y cuando las almas puras se reúnen para cantar las glorias del Señor, Él está indudablemente presente. El Señor mismo afirma que Él siempre permanece allí donde Sus devotos puros cantan Sus glorias.