El desprendimiento de la materia, la renuncia al materialismo y al mundo material, sólo se produce cuando se actúa para la única satisfacción de Dios, la Persona Suprema.
En verdad, la acción en la conciencia de Dios está absolutamente más allá del bien y del mal. La persona consciente de Krishna, Dios, la Persona Suprema, no está apegada a los frutos de sus acciones, pues actúa sólo por el placer del Señor. Puede intervenir en todas las esferas de acción, pero siempre con total desprendimiento.
Tal es la perfección absoluta de la acción.
Krishna, Dios, la Persona Suprema es inmortalidad y vida eterna.
Krishna, Dios, la Persona Suprema es la inmortalidad, la vida eterna, la fuente de la eternidad y la fuerza vital original. Él es la vida y el origen de la vida.
Aunque la muerte marca el final de una existencia temporal y efímera, también es el comienzo de una nueva vida.
En verdad, la vida real comienza sólo al final de la existencia material, y es en el reino de Krishna, Dios, la Persona Suprema, donde se encuentra.
Quien entra en el reino de Dios goza entonces de la vida eterna, de la perfecta beatitud imperecedera y del pleno conocimiento. Nunca más volverá al universo material.
Aquellos que se complacen en ofrecer un servicio amoroso y devocional al Señor encontrarán la vida eterna revivida en ellos, aunque todavía estén viviendo en el mundo material.
Como Dios tiene vida en Él, nos ha dado vida en nosotros mismos.
Refugiémonos plenamente en Krishna, Dios, la Persona Suprema.
En verdad, nuestra verdadera actividad es servir a Krishna con amor y devoción, y nuestro profundo deseo es desarrollar el amor por Dios, y por supuesto amarlo profundamente.
Así que dejemos todo y simplemente entreguémonos a Krishna. El Señor cuidará de nosotros y nos liberará de las consecuencias de nuestras faltas, de nuestros pecados. Dejemos todo y tomemos refugio natural y sin reservas en Krishna, y nuestra vida será sublime. Seguramente alcanzaremos el destino supremo, el reino absoluto de Dios, una verdadera maravilla.
Es en el contacto con Krishna, Dios, en Su divina compañía, que experimentaremos la verdadera, sublime, permanente e ininterrumpida felicidad, pues el Señor es el Supremo Dispensador.