creaciones de la materia. Y cuando Él desciende de esta manera, es para llamar de nuevo a Sí mismo a las almas caídas y restablecer los principios de la religión, o espiritualidad, que Él mismo ha enunciado. Nadie más que Dios puede restaurar estos principios. Sólo Él, o un ser cualificado dotado por Él de poderes para ello, puede dictar los códigos de la religión. La verdadera religión consiste en conocer a Dios, en conocer nuestra relación con Él, nuestros deberes para con Él y, finalmente, nuestro destino una vez que dejamos el cuerpo de la materia. Pero las almas condicionadas, atrapadas en la energía material, tienen poco conocimiento de estos principios de vida.

Cuando el Señor desciende al universo material, lo hace con todo su séquito, para dar una imagen completa del mundo espiritual, donde prevalece el amor y la devoción pura a Él, libre de cualquier deseo material de dominar su creación. Los seres santos que viven en el entorno del Señor son todos almas liberadas, manifestaciones perfectas de su energía interna marginal, totalmente cerradas a la influencia de su energía externa.

El Señor Krishna, el Señor Supremo, apareció justo antes del comienzo de la era de kali o la era del hierro, la discordia y la lucha, la era actual, y regresó a su reino eterno casi al comienzo de esta era. Durante su estancia en la Tierra, reveló todas las cosas a través de sus Actividades. En particular, enunció el Bhagavad-gita (Palabras de Krishna, Cristo, Dios, la Persona Suprema) y redujo a la nada todos los falsos principios de la espiritualidad.

Krishna, Dios, la Persona Suprema dice: «Siempre que en cualquier parte del universo la espiritualidad ve un declive, y la irreligión se eleva, Yo desciendo en persona».

El Señor Supremo, Krishna, aparece de edad en edad (como lo hizo hace 5.000 años) con el único propósito de aliviar la carga de la tierra de las fechorías de los reyes demoníacos, aniquilar a los malhechores demoníacos, proteger a Sus devotos y restaurar los principios de la religión y la espiritualidad.

Krishna también desciende a este mundo para aliviar el sufrimiento de las vacas, el espíritu guía de sus sirvientes y los seres sagrados. Dueño de todos los poderes sobrenaturales y preceptor de todo el universo, Él es Dios, el Todopoderoso.

A veces desciende al universo material para llamar a Sus devotos a Sí mismo y para aniquilar a los elementos perturbadores de la sociedad, como los políticos y los monarcas que no cumplen con sus obligaciones. El Señor asegura, a través de sus infinitos poderes, la creación, el mantenimiento y la destrucción de las galaxias, y a pesar de ello, sus poderes nunca disminuyen en lo más mínimo. Otra característica del Señor es que presta especial atención a la vaca, a su sirviente el guía espiritual y a su devoto, pues los tres desempeñan un papel vital para el bien de la masa de seres vivos.