La «gravedad» de la que hablan los científicos es, en realidad, la propia y poderosa energía de Dios, por la que el Señor mantiene suspendidas en el espacio, en sus órbitas o en cúmulos de galaxias, a las galaxias, los planetas y otras diversas estrellas o astros.
Según los investigadores, el origen de la explosión se encuentra en una gran galaxia situada hacia el centro del cúmulo. Fue esta galaxia la responsable del estallido de energía eruptiva que abrió un agujero en el medio intergaláctico a su alrededor.
Hoy en día, los científicos ya no pueden observar los chorros de materia, sino sólo los efectos que tuvieron en el plasma. Sólo queda una débil fuente de ondas de radio y rayos X para atestiguar la cavidad creada por la improbable explosión.
Participaron varios observatorios: el telescopio espacial Chandra de la NASA y el observatorio espacial XMM-Newton de la ESA para rayos X, así como el radiotelescopio Murchison Widefield Array de Australia y el radiotelescopio Giant Matrewave de la India.
Hasta ahora, el récord lo tenía una explosión en el cúmulo de galaxias MS 0735.6+7421. Este acontecimiento, que fue visto en 2003, parece casi ridículo, ya que la explosión de Ofiuco liberó cinco veces más energía.
Cuando llega el tiempo de la nueva creación, el Señor vuelve a manifestar la galaxia como era antes.
Los seres vivos se reabsorben automáticamente en el cuerpo del Señor al final de los cien años de vida de Brahma. Pero así reabsorbidos en Él, los seres individuales conservan su propia identidad, y tan pronto como, por voluntad de Dios, la creación alcanza de nuevo el estado manifestado, todos los seres hasta entonces inactivos y como dormidos en un sueño místico, se encuentran libres para reanudar sus diversas actividades, al hilo de sus anteriores condiciones de existencia. Esto se llama el «principio de despertar» después del sueño y la reanudación de las actividades propias.
Cuando un ser humano duerme por la noche se olvida de su identidad, de sus deberes y de todo lo relacionado con sus actividades de vigilia. Pero en cuanto recupera la consciencia, todo lo que tiene que hacer vuelve a su memoria y retoma sus actividades.
Del mismo modo, los seres vivos permanecen en el cuerpo de la Persona Suprema mientras dura la aniquilación de la galaxia. Pero en cuanto llega de nuevo el momento de la creación, se despiertan y reanudan sus tareas inconclusas.