En la forma de Prajapati Marici, Dios, la Persona Suprema, engendra descendencia. Convirtiéndose en el rey, mata a los ladrones y a los salteadores, y en forma de tiempo, lo destruye todo.
Todas las diferentes características de la existencia material deben ser vistas como características de Dios, la Persona Suprema.
Todas las causas y efectos que determinan la creación, el mantenimiento y la aniquilación del mundo material, son en verdad causados por la Única Persona Suprema. En un día de Brahma se producen muchos cambios.
Krishna, Dios, la Persona Suprema controla todo y decide todo, sólo Él gobierna. Nada puede suceder o tener lugar si el Señor no lo decide de antemano.
En realidad, Dios lo sabe todo sobre el pasado, el presente y el futuro de la galaxia, de los planetas que la componen, así como de todos los seres vivos. Nada puede fallar en este mundo, pues el Señor vela y sostiene a todos los seres.
En realidad, el proceso de creación y aniquilación de la galaxia es interminable. Por eso no hay un fin del mundo definitivo.
Con esta enseñanza, deseo restablecer la verdad sobre el «fin del mundo», y poner fin a las falsas revelaciones procedentes de falsos escritos, de supuestos conocedores, de falsos guías espirituales, de clarividentes extra lúcidos y de otros autoproclamados médiums, que no tienen ningún don, ningún conocimiento real de lo espiritual, y menos aún de la verdad existencial, y que con sus mentiras engañan o engañan a la humanidad.
Por lo general, los seres humanos adoptan los ideales de su progenitor, se alimentan de su cultura y tradición, y a menudo asimilan los conceptos de otros pueblos, o simplemente son coaccionados y, por tanto, engañados por guías espirituales mediocres y dudosos. A veces son marginados por los nacionalistas. Así es como abandonan el conocimiento para mal.
Es esta degeneración la que lleva al ser humano a la decadencia. No nos quedemos estancados o fijos, sino que evolucionemos sobre la base de la palabra correcta y la enseñanza segura de Dios.
En realidad, el mundo material no tiene fin. No existe un fin del mundo real y definitivo. El cosmos material, con millones de galaxias flotando en él, es un mundo eterno.
El planeta Tierra se destruye periódicamente en un ciclo de ocho mil seiscientos cuarenta millones de años, y luego se recrea como antes, en un ciclo interminable de creación y destrucción. Así que no hay nada de qué preocuparse.