Cuando llega el momento de la aniquilación, Siva, en un frenesí, atraviesa con su tridente a los maestros de las distintas direcciones. Ríe y baila con orgullo, dispersando las manos como banderas, igual que la tormenta dispersa las nubes por el mundo. Su poder es enorme.

En el momento de la disolución, Siva, con su tridente en la mano, ejecuta una danza sobre los gobernantes de los distintos planetas. Sus cabellos caen en desorden mientras las nubes se dispersan en todas las direcciones, para inundar los distintos planetas con incesantes torrentes de lluvia. En la fase final de este apocalipsis, todos los planetas se inundan, y es la danza de Siva, conocida como la «danza de la disolución», la que provoca este diluvio.

Cada creación da a los seres individuales, distintos de Dios, la oportunidad de acabar con su vida condicionada por la materia y la energía ilusoria. Cuando no aprovechan esta oportunidad y regresan a Krishna, a su morada original en el reino de Dios, el Señor Sankarsana se enfada.

Es por esta razón que las once emanaciones de Rudras o Siva salen del centro de las cejas del Señor Sankarsana, y juntos destruyen toda la creación, toda la galaxia.

En el momento de la aniquilación total, todo vuelve a Dios.

Después de millones y millones de años de existencia, cuando la vida de Brahma termina, entonces viene la aniquilación de la galaxia.

En ese momento, los cinco elementos de la materia, la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter, entran en la totalidad última de la materia, la energía material integral y omnipresente, que a su vez se resuelve, por la fuerza del tiempo, en el conjunto total y no manifestado de la energía material, que a su vez entra en la energía material integral en estado no manifestado, y finalmente esta última entra en el cuerpo de Dios, la Persona Suprema.

En cualquiera de estas dos aniquilaciones o aniquilación, la energía material y la energía marginal que consiste en las almas espirituales individuales que cada uno de nosotros es, se reabsorben en el cuerpo del Señor Supremo. Los seres vivos o las almas permanecen entonces allí como si estuvieran dormidos, hasta que la galaxia material se recrea de nuevo. Estas son las formas de creación, mantenimiento y destrucción de la galaxia material.