Es porque ella se volvió envidiosa de Dios, porque quería conocer y saborear los mismos placeres que Él, porque desafió Su autoridad, se negó a servirle con devoción, y así se distanció del Señor Krishna, que la hermosa alma pura que vivía con Dios fue expulsada del mundo espiritual. Todo esto está en la raíz del alejamiento de las almas caídas de Dios y de su aprisionamiento en la materia del universo material.
Contrariamente a una creencia errónea muy extendida, durante la creación, Dios creó las 8.400.000 especies vivientes, celestiales, humanas, animales y vegetales al mismo tiempo, simultáneamente. La verdadera evolución no se produce al nivel de la envoltura física, sino al nivel de la conciencia.
Además, si un ser espiritual encarna dentro de una especie inferior, animal o incluso vegetal, tendrá que evolucionar poco a poco hacia especies superiores, humana o incluso celestial.
De estas dos energías; vida y materia, o vida y alma, esta última representa la energía original superior. En cuanto a la materia, que es la energía inferior, proviene de la vida. Existen simultáneamente.
Para el bienestar y la armonía de todos los seres espirituales que iban a vivir en el universo material, Dios les dio a todos un cuerpo de acuerdo al karma de cada persona. Todos sus respectivos cuerpos fueron creados por Krishna, Dios, la Suprema Personalidad de Dios, juntos, al mismo tiempo, simultáneamente.
El poder de Krishna, Dios, la Persona Suprema tiene varios aspectos.
Es, por ejemplo, Sudarsana, el disco, el arma del Señor cuyo poder fenomenal destruye a los malhechores demoníacos, pero también la mirada de Dios gracias a la cual todo fue creado.
Sudarsana significa «visión benéfica». Los Vedas, las sagradas escrituras originales, el verdadero evangelio eterno, afirman que el cosmos material fue creado por el poder de la mirada de Krishna, Dios, la Persona Suprema. El Señor lanzó una mirada al conjunto de la energía material, y cuando ésta se agitó, todas las cosas comenzaron a existir.
Los filósofos y algunos científicos afirman a veces que la causa original de la creación fue una gran masa de materia que explotó. Si consideramos que esta masa es la energía material global, entonces podemos concebir que, en efecto, fue puesta en movimiento por la poderosa mirada del Señor, y que esta mirada es, por tanto, la causa original de la creación material.